Hace varios años que la vida de un zaragozano se convirtió en un auténtico calvario a tenor de la concatenación de denuncias interpuestas por su exmujer con un solo fin: arrebatarle la custodia compartida de sus hijos. Entre acusaciones e imputaciones de episodios referidos a insultos y también a maltrato físico contra los menores, las maniobras de la ahora acusada (J. M. C) siempre han quedado en evidencia en los juzgados.

Pero la gota que ha colmado el vaso para este hombre ha sido la interposición de otras tres denuncias, ya archivadas y sobreseídas en vía judicial, por abusar sexualmente de los vástagos. Tanto es así que ahora ha sido él quien le ha denunciado a ella hasta el punto de que se enfrenta a una pena de cinco años de cárcel.

Por partes. La separación matrimonial se remonta a marzo de 2019, tal y como quedó reflejado con la sentencia de divorcio del Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 1 de Zaragoza. El fallo acordaba la guardia y custodia de los niños a la madre con la previsión de que en noviembre de 2020 la custodia sería compartida. Pocos días después, una nueva sentencia dejaba sin efecto la medida anterior y adelantaba la custodia compartida.

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 Precisamente, durante la tramitación del proceso de divorcio, J. M. C. siempre sostuvo que su exmarido sometía a los niños a malos tratos. No lo consideró acreditado la jueza cuando redactó la sentencia de divorcio, que incluso archivó un delito de coacciones del que le acusaba por perseguirla cuando disfrutaba de la custodia con los niños.

 El siguiente paso fue elevar la acusación a la consumación de un delito contra la libertad e indemnidad sexual. La primera denuncia de abuso sexual se remonta a agosto de 2020, cuando J. M. C. refirió tocamientos libidinosos en las partes íntimas de la hija. Nada más lejos de la realidad.

El Juzgado de Instrucción número 8 de Zaragoza archivó la causa en abril de 2021. Para ello tuvo en cuenta la prueba pericial forense practicada a la niña, que hablaba de «cierta instrumentalización de la menor por parte de la madre con el objeto de seguir manteniendo el alto nivel de conflictividad y litigiosidad» y de «sugestión de la madre hacia la menor». «Las expresiones utilizadas por la menor provienen de la enseñanza de un adulto», zanjó la titular.

Cinco meses después del primer sobreseimiento de la causa, en septiembre de 2021, esta mujer volvió a denunciar a su exmarido por el mismo delito de abusos sexuales, en este caso, contra el hijo. Los investigadores concluyeron que no existían evidencian de los hechos y sugirieron la influencia de la madre en el relato del menor.

Al igual que ya sucediera varios meses atrás, el Juzgado de Instrucción número 10 relegó al cajón los papeles de una causa que contemplaba entre cuatro y seis años de cárcel. Lo mismo hizo el Juzgado de Instrucción número 11 el pasado mes de octubre con la tercera denuncia incoada en similares términos, si bien todavía no se han iniciado acciones legales.

Por todo ello, la acusación particular a cargo del penalista Rafael Ariza pide 18 meses de cárcel por cada uno de los dos delitos de denuncia falsa, que también recogen sendas multas de 10.800 euros a razón de 15 euros diarios por un plazo de 24 meses.

También considera la acusación que la procesada ha incurrido en un delito de maltrato infantil por el que solicita tres años de prisión debido a la mediatización de los menores para que sustentaran las denuncias con su relato. La causa la dirige el Juzgado de Instrucción número 6 de Zaragoza.

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