Opinion Ivina Adescu 10 de septiembre de 2024

EL SEXO, CUESTION DE ESTADO

Todo lo que se ha legislado hasta hoy no ha frenado para nada una sexualidad que ya parece como patológica, hasta la propuesta de terminar con las prostitutas

EL SEXO, CUESTION DE ESTADO

Parece que es el primer problema de este hermoso y apasionado país en el que llevo viviendo nueve años, he trabajado como azafata y relaciones públicas en cinco miembros de la Unión Europea, y en Rumania donde nací.

Siempre lo ha sido, antes del franquismo, con y ahora bajo un régimen populista, surgido briosamente desde el nacimiento de PODEMOS y sus feministas como gancho electoral que puso en movimiento Pablo Iglesias desde aquel abrazo cínico en la Moncloa con Pedro Sánchez como padrino de una boda tipo sin papeles.

El equipo femenino de un Gobierno siempre alquilado para mantenerse en el poder, aprueban o no los Presupuestos Generales el Estado de la mano posiblemente de los separatistas, nos ha conducido al marasmo se una sexualidad ante notario y un machismo culpable de todos los desaguisados con sangre o sin ella, generando violencias.

Todo lo que se ha legislado hasta hoy no ha frenado para nada una sexualidad que ya parece como patológica, hasta la propuesta de terminar con las prostitutas, las que se ofrecen de cara a los consumidores ignorando que hay otra prostitución encubierta que se vende cara, a domicilio o en algunos hoteles.

Escribo estas líneas porque acabo de leer un titular en un diario de tirada nacional en que se dice  ALARMANTE ESPIRAL DE LA VIOLENCIA SEXUAL:

CINCUENTA DELITOS AL DIA, y el texto  recoge la mala noticia de que la estadística refleja que las investigaciones por agresiones crecieron el pasado año más de un nueve por ciento, pero para más acritud la Fiscalía alerta del impacto implacable de la pornografía en los menores que reproducen lecturas  con sexo duro, y que son delictivas, por lo  que ha crecido, según INTERIOR, un casi veinte por ciento anual de detenidos jóvenes e investigados por violencia.

Este es un Gobierno que va entre el puritanismo racial a la ignorancia de la fuente de una crisis que nos fornica, y lo creo que en deriva peor porque se añade el consumo de alcohol y de otras drogas. El otro sí, está en las televisiones con sus informativos descarnados y sin duda en una educación y cultura familiar que va desapareciendo paso a paso, tal como se viene denunciando en medios de comunicación como IMPACTO ESPAÑA NOTICIAS, Y SURESTE PRESS que he conocido viajando desde MURCIA A MADRID.

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El feminismo alterado como gancho electoral no es  una herramienta eficaz, se entra en un túnel en el  que todas somos rameras y ellos bestias salvajes, se generaliza y el error termina en un panorama y escenas brutales, dan pistas salvajes, como me comentaba el analista de este digital, que en un chequeo de trabajo contempló con horror en canales japoneses y thailandeses mostrando escenas vomitivas de sexo con menores con la angustia reflejada en el rostro, lo que no se denuncia, se silencia en la selva humana de los ordenadores y móviles.

Nosotros disparamos desde la verdad cuando nos hace libres, acabo de leer el documáster del colega Cano Vera sobre el RIF que visité hace tres años, y a su prosa descarnada, sincera, y me pregunto cuánta verdad somos capaces de soportar, como este del sexo que las religiones no han sido capaces de descubrir su fondo humano.

NIETZCHE lo enuncia así en el punto tercero del prólogo de su última obra ECCE HOMO preguntándose ¿Cuánta verdad osa un espíritu? porque la certeza puede volver loco a un ser humano, y en la política la mentira y la duda siembran tempestades, como en las prácticas sexuales que en España es pecado y en el colectivo femenino es una epidemia. Me rio, cuestión de estado en manos de un falso feminismo que no va más allá de mi pueblo, Lorca.

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