“El PSOE queda al descubierto: la gerente deja vía libre al juez para investigar todas las cuentas del partido”

La actitud de la gerente del PSOE en la comisión de investigación del caso PSOE en el Senado se resume en una frase: «No creía que tenía traer ninguna documentación», afirmó, bien avanzada la tarde. Ana María Fuentes creyó, como Pedro Sánchez, Pilar Alegría y todos los que llevan tres semanas negando que haya una caja B en el PSOE, que su palabra bastaba; que con decir que el dinero entraba limpio en Ferraz y salía limpio iba a ser suficiente.

Pero no lo fue. Los portavoces del PP, Vox y UPN en la comisión de investigación apretaron las clavijas a Fuentes y se encontraron con una gerente que dio algunas respuestas ambiguas y cambiantes a lo largo de la tarde, con pretextos como que no lo recordaba o no era de su competencia, según la pregunta. Y que ni siquiera reconoció haber llegado al cargo en octubre de 2021 a propuesta del entonces secretario de Organización, Santos Cerdán. «A mí me nombró la Comisión Ejecutiva Federal», insistió hasta en cuatro ocasiones.

Como si intuyera el próximo movimiento del juez Leopoldo Puente, la gerente abrió el camino al instructor para que requiera al PSOE todas sus cuentas. Porque Fuentes anticipó que, si el Tribunal Supremo les reclama información, «el PSOE estará encantado de presentar toda la documentación que sea necesaria». Dado que, según afirmó, hasta ahora «en ningún momento la UCO nos ha requerido nuestra contabilidad».

El magistrado instructor del caso PSOE en el Supremo ha empezado a unir la línea de puntos para averiguar si ha existido una contabilidad paralela en el partido. De ahí que, el lunes, decidiera citar el 29 de octubre en calidad de testigos al exgerente del PSOE Mariano Moreno y a la secretaria que entregaba los sobres. El miércoles, el PP presentó un escrito en el Supremo, en representación de todas las acusaciones populares, instando al magistrado a que pida al PSOE todos sus movimientos de caja desde el año 2017. Y a que lo haga antes de que testifiquen Moreno y Celia Rodríguez. 

Desde que se conoció el informe de la UCO sobre las cuentas de Ábalos, hace tres semanas, los populares han venido reclamando insistentemente al PSOE que enseñe los extractos bancarios de las retiradas de dinero en efectivo con el que después pagaba algunas dietas. La gerente explicó que no hay tales extractos porque la mecánica es otra: «En el partido no se ha ido nunca a sacar dinero de un cajero.

El gerente solicita una remesa de dinero al banco y el banco nos lo trae mediante una empresa que lo anota contablemente. Y nosotros también hacemos nuestro asiento contable. Cada euro que se ha pagado se ha pagado con un origen legítimo», según Fuentes.

Ésta primero dijo que a Pedro Sánchez no se le ha pagado ningún gasto en efectivo mientras ella ha sido gerente y más adelante matizó: «El presidente del Gobierno, al igual que cualquier persona que trabaja para la organización, ha podido cobrar del partido, por supuesto, y ha cobrado mediante transferencias y ha cobrado en algunas ocasiones también en efectivo».

También sostuvo que los pagos en metálico eran y son «excepcionales», pero no supo concretar el dinero que ha circulado en efectivo por Ferraz –«estamos hablando de muchísimo tiempo», se justificó-. Señaló, asimismo, que el PSOE «por supuesto» tiene una lista de todos los altos cargos que han cobrado en metálico, pero ahí se quedó.

Y el colmo de las contradicciones: afirmó «rotundamente» que el PSOE no se ha financiado ilegalmente, que todas las liquidaciones se hacían previa justificación documental y, sin embargo, poco después reveló que el partido está «investigando» los pagos a José Luis Ábalos, Santos Cerdán y Koldo García.

«La caja es una cuenta más dentro de las cuentas que componen la contabilidad. El dinero con el que se ha pagado tiene un origen lícito. Las cuentas del PSOE son correctas, están auditadas, damos toda la información al Tribunal de Cuentas», insistió de forma mecánica.

Horas antes que ella compareció en la misma comisión de investigación su antecesor y hoy presidente de la empresa pública Enusa, Mariano Moreno. En su caso directamente no respondió a ninguna de las decenas de preguntas que le plantearon, escudándose en que primero quiere declarar ante el juez Puente. Moreno escuchó cómo los senadores del PP, Vox y UPN iban arrinconándolo, pero no hizo nada por defenderse ni defender a la formación, dejando aún más dudas sobre una presunta caja B.

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