EE.UU. estudia un eventual proceso contra Zapatero por sus vínculos con el chavismo y PDVSA

Estados Unidos estaría reuniendo, desde hace tiempo, una amplia base documental relacionada con la actividad internacional del expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero en el entorno del régimen de Nicolás Maduro y en tramas vinculadas a la petrolera estatal venezolana PDVSA. Según diversas fuentes diplomáticas consultadas en Washington, esa acumulación de indicios se considera parte de un expediente preliminar que podría fundamentar, “en un futuro inmediato”, un movimiento judicial si se produjera un cambio sustancial en la situación política venezolana.

Aunque no existe ningún procedimiento abierto contra el expresidente y no se han difundido pruebas verificadas de cargo, las fuentes aseguran que la información recopilada apunta a una posible actuación de la justicia estadounidense en un escenario marcado por la eventual caída del régimen chavista. “Es difícil que se libre de ser imputado cuando caiga Maduro: los indicios inculpatorios son muchos”, afirman voces conocedoras de los análisis internos del Departamento de Estado. Estas declaraciones reflejan un clima de creciente inquietud sobre la proyección internacional de determinados actores políticos europeos en asuntos sensibles para la diplomacia norteamericana.

 La figura de Zapatero en el tablero internacional del chavismo
Durante los últimos años, Zapatero se ha convertido en un interlocutor recurrente del régimen venezolano. Su presencia en Caracas, su participación como mediador en procesos de diálogo político y su defensa pública de la legitimidad institucional del gobierno de Maduro han sido interpretadas de maneras contrapuestas: para unos, un intento sincero de facilitar una salida negociada a la crisis; para otros, un papel que habría excedido la mediación para convertirse en un apoyo activo y con impacto en organismos y actores internacionales.

Las fuentes consultadas insisten en que Washington analiza especialmente el “papel principal” que el exmandatario español habría ejercido dentro de la estrategia de legitimación exterior del chavismo en momentos de máximo aislamiento internacional. Ese rol, mantienen, habría incluido contactos, gestiones y participación en redes de influencia cuya naturaleza está siendo examinada por equipos especializados del Gobierno estadounidense.

 PDVSA, intermediarios y flujos económicos bajo la lupa
La petrolera estatal venezolana, PDVSA, constituye un punto central en estas investigaciones. Durante años ha sido señalada por autoridades de distintos países como epicentro de prácticas opacas, actividades de corrupción, tráfico de influencias y desvío de recursos públicos. Varios procesos judiciales internacionales ya han incriminado a directivos, intermediarios y antiguos representantes diplomáticos.

En este contexto, Estados Unidos estaría analizando si ciertas actividades impulsadas o facilitadas por figuras políticas extranjeras —entre ellas Zapatero y otros ex dirigentes españoles— pudieran encajar en posibles delitos financieros bajo jurisdicción estadounidense, especialmente en relación con operaciones vinculadas al sistema petrolero venezolano.

Los nombres del exministro de Asuntos Exteriores Miguel Ángel Moratinos y del exembajador Raúl Morodo aparecen en algunos informes como parte del ecosistema político-diplomático en el que se habrían producido episodios hoy objeto de escrutinio. Morodo y su entorno ya fueron investigados en España por el cobro de fondos procedentes de PDVSA a través de consultorías cuestionadas, aunque los hechos que se atribuyen a Zapatero en los informes analizados por Estados Unidos son de naturaleza distinta y no han sido objeto de acción penal formal.

 Una posible “acción punitiva” en standby
Las fuentes consultadas hablan de una “acción punitiva” que se encontraría en fase de deliberación interna y que podría activarse cuando se produzca la caída de Maduro, un escenario que funcionarios estadounidenses consideran plausible en el medio plazo. En ese contexto, se valora la utilización de mecanismos legales disponibles en EE.UU., especialmente aquellos aplicados habitualmente contra tramas de corrupción transnacional vinculadas a regímenes sancionados.

El razonamiento que manejan algunas unidades de investigación estadounidenses es claro: si el chavismo pierde el poder, parte de la información hoy inaccesible podría salir a la luz, lo cual facilitaría la depuración de responsabilidades internacionales por la gestión de recursos venezolanos y por actividades destinadas a sostener al régimen.

 Repercusiones diplomáticas y políticas en España
La posibilidad de que Washington estudie dar pasos formales contra un expresidente europeo es un asunto extremadamente delicado. En España, la figura de Zapatero genera polarización: para algunos sectores es un referente progresista, mientras que para otros su proximidad al chavismo constituye una anomalía política.

Cualquier movimiento procesal desde EE.UU. tendría efectos inmediatos en la política española, revirtiendo sobre el debate interno acerca de las relaciones entre sectores del socialismo español y el régimen de Maduro. Por ahora, sin embargo, no existe una acusación formal, ni un proceso abierto, ni una petición de cooperación judicial que permita confirmar la materialización de los escenarios que manejan algunas fuentes estadounidenses.

 Entre la sospecha y la incertidumbre: un caso aún abierto
Hasta la fecha no se han hecho públicos documentos verificables que acrediten delitos atribuibles a Zapatero, y no existe sentencia ni imputación judicial alguna contra él por estas materias. Las informaciones disponibles proceden de fuentes diplomáticas y de inteligencia, cuyos análisis solo pueden considerarse como parte de investigaciones preliminares sin validez penal hasta que se transformen en actuaciones judiciales reales.

Pese a ello, la insistencia de algunos actores de Washington en que existe “una batería de pruebas” y en que la imputación sería “difícil de evitar” en un escenario post-Maduro revela que la cuestión está lejos de ser una mera especulación política. Las relaciones entre Zapatero y las estructuras internacionales del chavismo seguirán siendo objeto de escrutinio mientras no se disipen las dudas sobre el alcance real de su participación en la diplomacia paralela del régimen venezolano.

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