
Por desgracia la política española no progresa, sino regresa. Es decir, que va hacia atrás, a peor. El problema es que los políticos mienten cuando dicen una cosa y hacen justo lo contrario, como ya es costumbre
Por omisión de acción de un pueblo soberano incapaz de recuperar las riendas de su país con las herramientas democráticas reconocidas por su Carta Magna
Opinion 23 de octubre de 2024 Juan Sánchez
“El Gobierno de Pedro Sánchez se encuentra estos días completamente acorralado por los escándalos de corrupción —Hasta diez— que se han venido conociendo en los últimos meses gracias a la prensa y de los que se ocupan ya varios juzgados y tribunales.
La mayoría tienen su origen en 2020 en el Ministerio de Transportes que pilotaba entonces José Luis Ábalos, mano derecha durante años del presidente del Gobierno, tanto en el Ejecutivo como en el Partido Socialista: Caso Delcygate, Caso Globalia, Caso Complutense (Begoña Gómez), Caso Barrabés (Begoña Gómez), Caso mascarillas, Caso hidrocarburos, Caso Jésica, Caso PSOE, Caso constructoras, Caso ADIF”, Caso hermano de Sanchez.
Decir que Pedro Sánchez está embarrado de inmundicia hasta la cencerreta —“El señor de las moscas”, con perdón, of course—, es quedarnos muy cortitos en la apreciación inmediata. Girando el pescuezo 180 grados hacia el reciente pasado, no encontramos encrucijada peor parada para un gobierno democrático.
Una situación llevada al límite de la asquerosidad gubernativa. Una performance de disparates, tenencia inmoral del cargo y cerril megalomanía en evidente callejón sin salida mínimamente honorable. Y no redundaré en argumentos serios sobre responsabilidad social, política nacional, internacional y mucho menos humana.
Al fin y al cabo, si el presidente de una nación —o lo que queda de ella—, hace de su capa un sayo, niega por la mayor toda evidencia de corrupción en su gobierno con tantos marrones en tela de juicio, llegando incluso a encarase con el poder judicial por tener la osadía de investigar esa presunta podredumbre gubernamental.
¿De qué manera podemos hacer entender a elemento tan perturbador que está haciendo un daño irreparable al pueblo español, que su cerrazón por mantenerse en el cargo solo traslada a la opinión pública internacional la sensación de monstruosidad institucional, más la insensibilidad y complicidad —por omisión de acción— de un pueblo soberano incapaz de recuperar las riendas de su país con las herramientas democráticas reconocidas por su Carta Magna?.
Y es muy lógico deducir tales impresiones. Pero España es una nación tan diferente y singular que tiene la certeza de que los poderes públicos son una pieza desgajada del puzle que la conforma. El ejecutivo, el legislativo, el sistema judicial o el funcionarial se han generado por arte de birlibirloque, por imposición del organillo divino o por decisión irrefutable de ese club todopoderoso que maneja los hilos que nos jalan los cataplines a poco que intentes salirte de la fila.
Y por derivación, el erario público, el patrimonio común, las cuentas del Estado, la gestión oficial en todos sus niveles, las decisiones y entresijos en las labores de gobierno, son asuntos de señorones y mandamases, y los ciudadanos no debemos entrar en las cosas de los señoritos no sea que nos jodan la existencia de por vida… ¿AÚN MÁS DE LO QUE LO ESTÁN HACIENDO?
Pero dejemos en el rincón de pensar a esa oposición que se opone lo justo para que nos les salpique el “Y tú más” en esta guerra de truños y vanidades a discreción en que ha parado la política nacional. La tan cacareada máquina del fango parece ser una ideación de la misma cuadrilla que pretende combatirla. Será por aquella máxima del “te lo digo antes de que me lo digas”.
Una cortina de humo, o maniobra orquestal en la oscuridad, que trata de evitar la culpa y penitencia creando un barrizal de indecencia generalizada para que las boñigas propias no tengan importancia alguna. Si todo está podrido hasta las médulas, qué más dará un poco más o menos de inmundicia sobre la testa, verdad.
Me cansé, porque hace mucho me cansé, de señalar los dones que habrían de ungir al buen gobernante. En España casi nunca hubo gobernantes sin agusanar. Una especie extinta por decisión propia. Nadie mínimamente responsable, honesto, honorable y con el ADN no estigmatizado, se aventura en la vida pública.
A la vista están las razones de su ausencia histórica. Y es por ello, oye, que solo brinca en el redil de los cabritos entrados en años, lo mejorcito de cada casa. Y con esto creo haber dejado muy clara la ralea de las cumbres borrascosas y el derecho histórico de saqueo que los corteja.
Lo peor es que los ciudadanos somos conscientes de ello, y lo toleramos, y agachamos el lomo a su paso, y damos por buenos sus asaltos al poder, y nadamos como mejor podemos en esta balsa de mierda químicamente pura en que ha mutado nuestro país, nuestros parlamentos y todo aquello contaminado por sus ignominiosas y despreciables manos. Nosotros, no ellos, estamos ¡HASTA LA CENCERRETA!
Y punto.
¿Conoces algún hecho irregular que quieres que investigue y cuente Impacto España Noticias? Escribe a [email protected]
Comparte en Redes Sociales
Apoya el periodismo independiente y crítico
Evite la censura de Internet suscribiéndose directamente a nuestro canal de Telegram, Newsletter
Haz tu Donación
Síguenos en Telegram: https://t.me/impactoespananoticias
Whassapt Impacto España: https://chat.whatsapp.com/DkvQU3OzEzz1Ih524CPUd7
Twitter: https://twitter.com/impactoSumustv
Instagram: https://www.instagram.com/impactoespana?r=nametag
YOUTUBE:https://youtube.com/@impactoespananoticias
Odysee: https://odysee.com/@impactoespa%C3%B1anoticias:a
WhatsApp: 635967726

Por desgracia la política española no progresa, sino regresa. Es decir, que va hacia atrás, a peor. El problema es que los políticos mienten cuando dicen una cosa y hacen justo lo contrario, como ya es costumbre

“La apuesta a la dominación mundial es fundamental para el grupo dominante norteamericano. Y hay varias apuestas contenidas en la actual coyuntura”. Noam Chomsky, Hegemonía o supervivencia: La estrategia imperialista de Estados Unidos (2016, p. 19).

Españoles por el futuro y su líder Javier marzal han denunciado a Begoña Gómez, esposa del Presidente del Gobierno por seis delitos continuados de blanqueo de capitales, con delito fiscal

En esta crisis global un protagonismo envenenado, tóxico, es responsabilidad de los medios de comunicación y con mayor virulencia las cadenas de televisión instrumentalizadas por los grandes amos de la vida económica y política, son orquestas de una música que nos cala

Defendemos a los desamparados por los tumultos barriobajeros de esa GENTUZA de la política: TODOS!!. Sean del partido que sean. Unos por acción y otros por omisión de acción, siempre pierden los mismos: EL PUEBLO, LOS NADIES

Hay que tener claro que los que se desplazaban de pueblo en pueblo haciendo campaña en aquellas infaustas primarias no eran un núcleo de políticos equipados con un fundamento ideológico y un programa de acción público de carácter socialista, eran una agregación de delincuentes

Según la denunciante, esos mensajes —que ya figuran incorporados al procedimiento— contendrían insinuaciones constantes, proposiciones de carácter sexual y un comportamiento “insistente y reiterado” que habría generado en la mujer una situación de presión y hostigamiento

Son múltiples los países europeos en los cuales se puede viajar de pie en el tren, sobre todo, en aquellos trayectos donde no es obligatoria la reserva de asiento

El comunicado denuncia que en más de 24 meses no se habría celebrado una sola junta ni asamblea, ni existirían actas documentadas, balances, movimientos bancarios, contratos, facturas ni declaraciones fiscales accesibles para el resto de miembros

Una trabajadora llegó a relatar que Salazar se subía la bragueta en su cara y pedía verles el escote. Los testimonios reabrieron el debate interno sobre la gestión de casos de acoso en el partido

Por desgracia la política española no progresa, sino regresa. Es decir, que va hacia atrás, a peor. El problema es que los políticos mienten cuando dicen una cosa y hacen justo lo contrario, como ya es costumbre