Salud y Bienestar Brenda Baletti 23/10/2024

Los “crímenes contra la humanidad” de Pfizer y la complicidad de los medios de comunicación

Naomi Wolf, periodista y directora ejecutiva de Daily Clout, detalló las graves lesiones relacionadas con las vacunas Covid-19 que Pfizer y la FDA conocían a principios de 2021, pero que intentaron ocultar al público

Naomi Wolf

Pfizer sabía de las deficiencias de sus ensayos de la vacuna contra la COVID-19 y de los numerosos efectos adversos graves de la vacuna, y también lo sabía la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA).

Pero la FDA promocionó las vacunas de todos modos y luego trató de ocultar los datos al público, según Naomi Wolf, editora de “ The Pfizer Papers : Pfizer’s Crimes Against Humanity”.

En una entrevista Wolf detalló las graves lesiones relacionadas con las vacunas que Pfizer y la FDA conocían a principios de 2021, basándose en los datos de los ensayos clínicos y los estudios posteriores a la comercialización de Pfizer.

Para producir “The Pfizer Papers”, Wolf, periodista y director ejecutivo de Daily Clout , y la directora de operaciones de Daily Clout, Amy Kelly, convocaron a miles de científicos y médicos voluntarios para analizar los datos de Pfizer y los datos complementarios de otros sistemas de informes públicos para capturar el alcance completo de los efectos de las vacunas .

Wolf y Kelly obtuvieron los datos de Public Health and Medical Professionals for Transparency , un grupo de más de 30 profesionales médicos y científicos que demandaron a la FDA en 2021 para obligar a la agencia a publicar los datos, después de que la FDA se negara a cumplir con una solicitud de la Ley de Libertad de Información.

En 2022, un tribunal federal ordenó a la agencia que publicara 450.000 documentos internos relacionados con la autorización de la vacuna Pfizer-BioNTech contra la COVID-19 .

Ningún periodista podría enfrentarse solo a los ‘Papeles Pfizer’
Wolf trabajó durante décadas como periodista en medios tradicionales liberales. En 2020, mientras veía cómo se suspendían los derechos de libre reunión y otras libertades bajo el pretexto de declaraciones de emergencia, se convirtió en una crítica abierta de las violaciones constitucionales impuestas a los estadounidenses, según dijo.

Wolf también criticó las vacunas contra la COVID-19 y se mostró alarmada por el uso generalizado de incentivos para que la gente se ponga las vacunas autorizadas para uso de emergencia. “No soy médica ni científica”, dijo. “Estudié literatura inglesa e incluso yo sé lo peligroso que es eso. Es una locura”.

En junio de 2021, Wolf tuiteó su preocupación por los informes generalizados de que las mujeres sufrían desregulación menstrual después de recibir las inyecciones. Pidió más investigaciones. “Al día siguiente me sacaron de todas las redes sociales”, dijo. “Y se publicaron simultáneamente artículos casi idénticos en prácticamente todos los medios de comunicación importantes”, incluidos los medios en los que había sido columnista.

“De la noche a la mañana, en todo el mundo y en todos los idiomas, me convertí en una teórica de la conspiración antivacunas”, afirmó.

Wolf fue exiliada de los medios tradicionales, pero se le abrieron nuevas puertas. “Steve Bannon me invitó a ‘ The War Room ‘ y me dio una plataforma”, dijo. Allí, habló sobre el desafío de examinar los documentos de Pfizer publicados por la FDA. La publicación de los datos fue monumental y los documentos eran sumamente técnicos y científicos. “Ningún periodista podría tener el ancho de banda necesario para revisarlos todos”, dijo Wolf.

Bannon le sugirió que organizara un equipo de científicos voluntarios para que asumiera la tarea. Wolf hizo un llamado y respondieron 3.250 científicos altamente acreditados. Kelly los organizó en grupos de trabajo que han emitido sistemáticamente informes clave sobre lo que Wolf dijo que “resulta ser el mayor crimen contra la humanidad en la historia registrada”.

“Los documentos de Pfizer son una sorprendente revelación de la codicia y la deshonestidad corporativa , con absoluto desprecio por la ley y la salud real”, escribió Bannon en su introducción al libro.

Un ‘crimen contra la humanidad’
Wolf dijo que, debido a que sus abuelos perdieron ocho hermanos en el Holocausto, no usó el término “crimen contra la humanidad” a la ligera. Sin embargo, dijo, los informes dejan en claro que, dado lo que Pfizer sabía sobre el daño a la salud humana causado por las inyecciones de ARNm contra el COVID-19, “no hay forma de evitar concluir que esto no es descuido, no es codicia, no es descuido en la planta de fabricación”.

“Como dicen en el mundo de la tecnología, ‘no es un error, es una característica’”, afirmó. “En otras palabras, dañar a los humanos de maneras muy específicas, desde el principio, fue obviamente el resultado de estas inyecciones. Y en lugar de detenerlas o retirarlas del mercado, Pfizer redobló sus esfuerzos, la FDA redobló sus esfuerzos y los CDC [Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades] redobló sus esfuerzos”.

Wolf dijo que Pfizer, la FDA y los CDC tomaron esas decisiones sabiendo que 1.223 personas murieron a causa de las vacunas en los primeros tres meses. Lo hicieron sabiendo que la vacuna no detenía la infección, que causaba una larga lista de efectos secundarios graves en decenas de miles de personas, dijo.

Pfizer también manipuló los datos para lograr que la FDA aprobara la autorización de uso de emergencia (EUA), afirmó. En lo que Wolf llamó «uno de los informes más condenatorios de este libro», el equipo de la anestesióloga australiana Dra. Jeyanthi Kunadhasan descubrió que Pfizer retrasó el registro de las muertes para que no tuvieran que incluirse como parte de su presentación de datos de EUA.

Los investigadores concluyeron que si Pfizer hubiera registrado e informado las muertes de manera oportuna, la FDA no habría podido otorgar una EUA para la vacuna.

42.000 eventos adversos graves en tres meses, principalmente en mujeres
Los analistas de los “Pfizer Papers” encontraron más de 42.000 informes de casos que detallaban 158.893 eventos adversos notificados a Pfizer en los primeros tres meses posteriores a la autorización de uso de emergencia de diciembre de 2020. Para procesar el gran volumen de informes, la empresa incorporó 600 empleados adicionales, según mostraron los documentos, con planes de contratar a un total de 1.800 personas para junio de 2021.

Wolf dijo: “Se trata de decenas de miles de coágulos sanguíneos, coágulos pulmonares, coágulos en las piernas, trastornos neurológicos, epilepsias, demencia, Alzheimer, parálisis de Bell, temblores, convulsiones, daños hepáticos, daños renales, accidentes cerebrovasculares, muchos tipos de erupciones cutáneas, daños oculares, ceguera, enfermedades respiratorias”.

El efecto secundario más común fue la mialgia o dolor muscular y el segundo efecto secundario más común fue el dolor en las articulaciones, que las personas a menudo no saben que está relacionado con la inyección, dijo. El tercer efecto secundario más común fue la COVID-19 porque la vacuna no detuvo la transmisión.

Sin embargo, “la pieza central” de “The Pfizer Papers” es la experimentación de Pfizer sobre la reproducción humana, dijo Wolf. Los documentos revelan que Pfizer sabía desde el principio que las inyecciones estaban causando daños menstruales a gran escala, dijo.

La empresa informó a la FDA que el 72% de los eventos adversos registrados se dieron en mujeres . De ellos, alrededor del 16% involucraban trastornos y funciones reproductivas.

Los artículos muestran que en los ensayos clínicos, miles de mujeres experimentaron sangrado, hemorragia y expulsión de tejido diariamente, y miles de mujeres informaron que su ciclo menstrual se detuvo por completo. “Sabían que estaban arruinando a las mujeres”, dijo.

Pfizer incluso les dijo a los hombres vacunados que no tuvieran relaciones sexuales con mujeres en edad fértil y que si lo hicieran, usaran dos formas confiables de anticoncepción, agregó.

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Los efectos en los bebés ‘te helarán el alma’
Pfizer sabía que las nanopartículas lipídicas de las inyecciones se acumulaban en los ovarios y atravesaban la barrera placentaria, comprometiendo la placenta y evitando que los nutrientes llegaran al bebé en el útero, dijo Wolf.

Los bebés tenían que nacer antes de tiempo, dijo, y las mujeres sufrían hemorragias durante el parto.

Eso también significa que las partículas entraron en el saco amniótico y en las membranas que rodean los testículos de los bebés varones, según los documentos. Se desconocen los efectos futuros en esos bebés varones.

Uno de los informes más inquietantes que aparecen en los periódicos, dijo, es el informe sobre la lactancia durante el embarazo, “que te helará el alma”. El informe describe los efectos en los bebés lactantes de las madres vacunadas recientemente.

La lista incluye fiebre, vómitos y edemas, o tejido hinchado, entre muchos otros problemas. “Un bebé sufrió una convulsión y murió en el hospital debido a una falla multiorgánica”, dijo Wolf. “Esos bebés estaban desconsolados. Ellos [Pfizer] sabían que estaban envenenando la leche materna y hasta el día de hoy no les han dicho a las madres vacunadas que no amamanten”.

El informe también incluye una descripción de dos bebés que murieron en el útero, dijo, lo que Pfizer concluyó que se debió a la exposición materna a la vacuna.

Pfizer envió el informe sobre el embarazo y la lactancia que detalla los efectos de la vacuna en las mujeres y los bebés a la FDA el 20 de abril de 2021. Dos días después, la directora de los CDC, Rochelle Walensky, dio una conferencia de prensa en la Casa Blanca , durante la cual les dijo a las mujeres que no había un mal momento para recibir la vacuna contra el COVID-19: antes, durante o después del embarazo.

‘¿Qué sentido tienen los medios tradicionales si no cubren la historia?’
En una búsqueda en Google de “The Pfizer Papers”, el primer resultado de búsqueda no patrocinado es una página web de Pfizer titulada “Combatiendo los efectos nocivos de la desinformación sobre las vacunas contra el COVID”, seguida de un artículo de The Lancet sobre la eficacia y efectividad de la vacuna contra el COVID-19.

Wolf dijo que ha estado luchando contra este tipo de censura desde que fue expulsada de su plataforma por primera vez. “Como periodista, lo que me resulta devastadoramente perturbador es que esta es la historia más importante del siglo XXI, y que The New York Times y The Washington Post no han hecho nada al respecto”, a pesar de que Wolf se ofreció públicamente a compartir sus materiales con ellos.

“La única cobertura que ha habido ha sido la de los medios alternativos, lo cual es desgarrador”, dijo. “¿Qué sentido tienen los medios tradicionales si no cubren la historia?”

Wolf dijo que, dado que los informes de “The Pfizer Papers” son resúmenes de datos de Pfizer que se vinculan a documentos de fuentes primarias, no se los puede descartar. No son interpretativos, dijo. No son opiniones de científicos ni médicos.

 “Estos científicos y médicos han prestado un servicio a la humanidad”
Wolf dijo que en medio de este “panorama deprimente de un crimen horrible”, “Los papeles de Pfizer” también ofrecían algo de esperanza para los afectados por las vacunas.

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En muchos casos, el análisis de los expertos proporcionó una explicación detallada de cómo la vacuna causó el daño. Entender cómo se produjo el daño, dijo Wolf, “nos ayuda a empezar a entender cómo tratar este tipo de daño”.

Las afecciones inflamatorias se pueden mitigar mediante cambios en la dieta y otras prácticas, afirmó. Para todas las personas que enfrentan problemas de coagulación sanguínea y otros problemas sanguíneos, también existen formas de favorecer un flujo sanguíneo saludable.

Estos pueden ser ejemplos, dijo, de “respuestas iniciales muy rudimentarias a un ataque muy sofisticado contra el cuerpo humano, pero para mí son muy esperanzadoras porque la gente está desesperada y se siente como si fueran bombas de relojería”.

Añadió: “Estos científicos y médicos han prestado un gran servicio a la humanidad porque han analizado en profundidad cómo esta arma biológica daña tan delicadamente cada uno de los sistemas del cuerpo humano.

“Y al comprender eso verdaderamente, se ve cómo empezar a… no quiero decir deshacer el daño. No sé si eso es posible, pero sí cómo ayudar al cuerpo a apoyar su propia curación”.

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