Víctor de Aldama, ha refrendado este lunes ante el Tribunal Supremo las acusaciones lanzadas contra el actual ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, al que le relaciona con la solicitud de una mordida de 50.000 euros y con el uso y disfrute de un piso de alquiler en la zona de Atocha (Madrid) donde había «encuentros con señoritas».

Según el textual de las preguntas y respuestas a las que se ha sometido este lunes Aldama, el ministro Torres -presidente de Canarias cuando operaba la trama, a la que dio contratos millonarios- fue presuntamente uno de los personajes habituales en los «encuentros» que se celebraban en este inmueble.

En ellos, según ha insistido Aldama entrando en más detalles que la primera vez que apuntó a estos «encuentros», había «una serie de señoritas en ese piso con unos señores».

Aldama cita entre los presentes, además de a él mismo, a Koldo García y a José Luis Ábalos, al propio Torres. El único de todos que hoy aún tiene un puesto en el Gobierno de Pedro Sánchez. «Al menos en una ocasión», ha insistido el denominado «nexo corruptor» de la trama Ábalos.

Piso con «señoritas»
No es la primera vez que Aldama apunta a este piso para «encuentros». El documento entregado al Tribunal Supremo por Víctor de Aldama el pasado mes de noviembre, el comisionista del caso Ábalos señaló que el entonces ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, había disfrutado de un piso alquilado por la trama en la calle Atocha (Madrid) destinado a «encuentros de diversa naturaleza».

El escrito presentado por Aldama, que constituía una ampliación a su confesión ante el juez de hacía dos semanas en la Audiencia Nacional, estaba trufado de datos sobre las conexiones del comisionista y otros de sus socios en la trama del caso Ábalos con miembros del Gobierno o altos cargos del PSOE. Entre ellos, el ministro Torres.

Sobre el ex presidente canario, Aldama sostuvo que había realizado «gestiones» como facilitar «inmuebles para encuentros de diversa naturaleza en los que participaba junto a otras personas el sr. Torres».

«En particular, fue recurrente el alquiler de un piso en la calle Atocha», señaló, insinuando veladamente encuentros de tipo íntimo con mujeres. A esto hizo referencia Aldama cuando afirmó que Torres «nos debía una gordísima» mientras se tramitaba un acuerdo sobre pruebas PCR con el Gobierno canario.

Además, incidió en que Ángel Víctor Torres le había solicitado dinero a través de Koldo García. «Koldo me dijo que el señor Ángel Víctor Torres pedía 50.000 €. Yo le respondí que 30, que no iba a pagar más de lo que estaba acordado y menos otro contrato que dependía de él», señaló ante el juez y recordó en este documento.

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