La administración Biden excluyó al FBI de una reunión informativa de inteligencia de la Casa Blanca en agosto de 2021, impidiendo que la agencia presentara evidencia que respaldara la teoría de que el COVID-19 pudo haberse filtrado de un laboratorio, informó el Wall Street Journal .

En una entrevista con los periodistas de seguridad nacional del Journal, Michael R. Gordon y Warren P. Strobel, el ex científico principal del FBI Jason Bannan dijo que la Casa Blanca solo invitó a los defensores de la teoría «zoonótica» (o de origen animal) del COVID-19 a la sesión informativa de agosto de 2021.

Según el Journal, algunos funcionarios de inteligencia actuales y anteriores dicen ahora que “es necesaria una nueva mirada” a la teoría de la fuga de laboratorio que sostiene que el SARS-CoV-2 se escapó del Instituto de Virología de Wuhan en China.

El informe reveló conflictos entre el FBI —que apoyaba la teoría de la fuga de laboratorio con “moderada confianza”— y otras agencias de inteligencia. A pesar de la falta de consenso, la directora de Inteligencia Nacional, Avril Haines, optó por informar al presidente Joe Biden y a sus principales asesores sólo sobre las pruebas que apoyaban la teoría zoonótica.

“Hace tiempo que se sabe que el FBI favoreció la hipótesis de la fuga de laboratorio”, dijo el veterano periodista científico del New York Times, Nicholas Wade . “Lo nuevo en el artículo del Wall Street Journal es el informe de que el FBI fue excluido de la importante reunión informativa del 24 de agosto de 2021 con el presidente”.

Según el Journal, Bannan, que tiene un doctorado en microbiología, había pasado más de un año investigando los orígenes del COVID-19. En agosto de 2021, estaba listo para informar a la Casa Blanca sobre la evidencia de una fuga de laboratorio, pero nunca fue citado.

En declaraciones al programa “Rising” de The Hill del 31 de diciembre de 2024, Gordon, del Journal, dijo que el aspecto más significativo del informe era que era la “primera vez que una figura involucrada en esta investigación de inteligencia hablaba oficialmente sobre lo que sucedió”.

«Es sorprendente que las personas que fueron los principales defensores de la teoría de la fuga del laboratorio no fueron invitados por la Casa Blanca a la reunión informativa real, donde se discutieron estas teorías«, dijo Gordon.

Bannan, ahora jubilado y empleado como consultor, dijo al Journal: “Lo que terminó en la sala de montaje de la comunidad de inteligencia necesita ser reexaminado”.

“Había un plan para controlar la narrativa”
Los expertos dijeron que el informe del Journal se suma a la evidencia de un encubrimiento.

El periodista Paul D. Thacker , ex investigador del Senado de Estados Unidos, dijo que el informe “refuerza aún más lo que sabemos desde hace mucho tiempo, que la comunidad de inteligencia no ha publicado toda la información sobre los orígenes del COVID, a pesar de una ley” —la Ley de Origen del COVID-19 de 2023— “firmada por Biden, que les exige hacerlo”.

La Dra. Meryl Nass, epidemióloga de guerra biológica y fundadora de Door to Freedom , dijo que el informe del Journal mostraba que “había un plan para controlar la narrativa”. “De manera similar a cómo Fauci y Farrar controlaban la narrativa científica, la gente controlaba la narrativa de las agencias de inteligencia”, dijo Nass, refiriéndose al Dr. Anthony Fauci y al Dr. Jeremy Farrar , entonces director del Wellcome Trust y ahora científico jefe de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

“Al principio de la administración Biden se tomó la decisión de proteger a Fauci y al exdirector de los Institutos Nacionales de Salud [NIH] Francis Collins de la responsabilidad por haber financiado la investigación de ganancia de función de EcoHealth Alliance y sus colaboradores de Wuhan ”, dijo Ebright.

“Si las agencias de inteligencia están controladas de tal manera que mienten al presidente, ¿de qué sirven? ¿Cómo se puede confiar en ninguna evaluación?”, preguntó Nass.

El biólogo molecular de la Universidad Rutgers, Richard Ebright, Ph.D. , crítico de la investigación sobre ganancia de función , dijo que el informe lo “consternó”, pero no lo sorprendió. “Los problemas manifiestos con el análisis y los informes resumidos de las agencias de inteligencia de 2021… ya se habían informado anteriormente”, dijo Ebright.

“El artículo del Wall Street Journal fue el primero en cubrir estos problemas en un importante medio de comunicación y, como tal, los llevó a la atención de una audiencia nueva y amplia”.

Una «mezcla de motivos» puede haber llevado a la supresión de pruebas de la fuga de laboratorio
En mayo de 2021, Biden ordenó una evaluación urgente por parte de las agencias de inteligencia estadounidenses y los laboratorios nacionales sobre los orígenes del COVID-19, que debería completarse en un plazo de 90 días.

A principios de ese año, aparecieron dos publicaciones en importantes revistas arbitradas que promovían la teoría zoonótica. La Casa Blanca y los medios de comunicación dominantes utilizaron esos informes para etiquetar a los partidarios de la teoría de la fuga de laboratorio como “teóricos de la conspiración”.

Una publicación, una declaración de Farrar y Peter Daszak, Ph.D. , se publicó en The Lancet en marzo de 2020. La otra, que se conoció como el artículo “ Proximal Origin ”, también se publicó en marzo de 2020 en Nature Medicine. Más tarde se reveló que Fauci y Farrar desempeñaron papeles clave en la publicación de “Proximal Origin”.

A principios de 2021, un equipo de expertos de la OMS visitó China y posteriormente redactó un informe conjunto con científicos chinos que establecía que lo más probable es que el virus tuviera un origen zoonótico.

Cuando Biden ordenó la revisión, dos agencias de inteligencia respaldaron la teoría zoonótica. Una de ellas fue la CIA, aunque con “poca confianza”. Según el Journal, la reunión informativa de la Casa Blanca de agosto de 2021 reflejó esta “visión dominante”. “Ciertamente es sorprendente que el FBI, dada su experiencia científica, haya sido excluido de un papel principal en la revisión de inteligencia de Avril Haynes sobre los orígenes del COVID”, dijo Wade.

‘Ninguna evidencia segura apunta a un origen natural’ del COVID
Gordon dijo a “ Rising ” que “no hay ninguna prueba concluyente en este momento que pueda decidir” el debate sobre el origen de la COVID-19. Señaló que si bien existen pruebas que respaldan la teoría de la fuga de laboratorio, “hay una ausencia de pruebas en la otra parte”.

Otros expertos estuvieron de acuerdo. “Varias líneas de evidencia segura apuntan a un origen investigativo del SARS-CoV-2”, dijo Ebright. “Cero evidencia segura apunta a un origen natural”.

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