Robert Kennedy suspende contrato multimillonario para desarrollar nueva vacuna contra el COVID-19

Kennedy implementó una orden de suspensión de trabajos por 90 días el 21 de febrero con respecto al contrato del HHS con Vaxart Inc., según el anuncio de Fox News Digital el 25 de febrero.

Vaxart, una empresa de biotecnología estadounidense, está creando una nueva vacuna contra el COVID-19 para uso oral.

Antes de la orden de suspensión de trabajos, estaba previsto que 10.000 personas iniciaran ensayos clínicos el 24 de febrero, confirmó un portavoz del HHS.

Kennedy señaló en comentarios a Fox News Digital que “es crucial” que el HHS apoye la preparación ante una pandemia, “cuatro años de supervisión fallida por parte de la administración Biden han hecho necesario revisar los acuerdos para la producción de vacunas, incluido el de Vaxart”.

Kennedy y otros funcionarios de salud determinarán los próximos pasos después de revisar sus hallazgos durante los próximos 90 días.

Como parte del programa Proyecto NextGen de 4.700 millones de dólares de la administración Biden, lanzado en 2023, la vacuna Vaxart se financió a través de un acuerdo con la Autoridad de Investigación y Desarrollo Biomédico Avanzado (BARDA).

Ese panel es parte de la Administración de Preparación y Respuesta Estratégica, que está administrada por el HHS.

BARDA asignó alrededor de 460 millones de dólares a Vaxart para desarrollar la nueva vacuna, incluidos 240 millones de dólares que ya han sido aprobados.

El anuncio de pausar el contrato de Vaxart fue seguido por un informe de que una reunión del comité asesor de vacunas de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) programada para marzo ha sido cancelada, según el miembro del comité, el Dr. Paul Offit, quien es el director del Centro de Educación sobre Vacunas en el Hospital de Niños de Filadelfia y un crítico vocal de Kennedy.

Offit dijo a varios medios de comunicación el 26 de febrero que los miembros del Comité Asesor de Vacunas y Productos Biológicos Relacionados recibieron un correo electrónico de la FDA informándoles que la reunión no se llevaría a cabo. La reunión estaba programada para elegir las cepas para la vacuna contra la gripe de la próxima temporada.

La FDA es una de las 13 agencias bajo el paraguas del HHS.

El 28 de febrero, un comité asesor de la Organización Mundial de la Salud (OMS) se reunirá para debatir qué cepas deberían incluirse en las próximas vacunas contra la gripe en el hemisferio norte. La FDA suele adherirse a las recomendaciones de ese comité.

Trump emitió una orden ejecutiva en enero para iniciar el proceso de retirada de Estados Unidos de la OMS.

Hace dos semanas, Kennedy obtuvo la confirmación del Senado para convertirse en secretario del HHS. Prestó juramento ese mismo día y, momentos después, Trump firmó una orden ejecutiva que establecía la Comisión Make America Healthy Again (MAHA) del presidente.

Kennedy se desempeña como presidente de la comisión, que ordena a los departamentos ejecutivos y agencias federales asesorar principalmente al presidente sobre cómo “abordar la crisis de enfermedades crónicas infantiles”.

La Comisión MAHA tiene la tarea de explorar las posibles causas de dichas enfermedades, incluidas “la dieta estadounidense, la absorción de material tóxico, los tratamientos médicos, el estilo de vida, los factores ambientales, las políticas gubernamentales, las técnicas de producción de alimentos, la radiación electromagnética y la influencia corporativa o el favoritismo”.

Durante su campaña presidencial y el proceso de confirmación en el Senado, dijo repetidamente que es un defensor de la seguridad de las vacunas, el consentimiento informado y la “ciencia de referencia” detrás de los estudios de eficacia de las vacunas.

«Nunca he estado en contra de las vacunas», dijo Kennedy. “La gente debería tener una opción, y esa opción debería estar basada en la mejor información posible. “Voy a asegurarme de que haya estudios de seguridad basados ​​en la ciencia disponibles y que las personas puedan hacer sus propias evaluaciones sobre si una vacuna es buena para ellos”.

Bajo la administración de Biden, las vacunas contra la COVID-19 fueron obligatorias en todo el gobierno federal. Varias empresas del sector privado y universidades públicas y privadas también exigieron la inoculación.

Desde que Trump asumió el cargo el mes pasado, ha firmado varias órdenes ejecutivas relacionadas con los mandatos de COVID-19 implementados por la administración Biden. El 14 de febrero, Trump firmó una orden ejecutiva que prohíbe la financiación a universidades y escuelas con mandatos de vacunación contra la COVID-19.

En su primera semana de regreso al cargo, Trump reintegró a los miembros del servicio despedidos por negarse a la vacuna COVID, otorgándoles el salario retroactivo completo y los beneficios.

La decisión del 21 de febrero de pausar el contrato de Vaxart y el posterior ensayo de la vacuna COVID-19 refleja la promesa de Kennedy de estudiar la eficacia y seguridad de la vacuna.

Este año, más profesionales de la salud se han pronunciado sobre la necesidad de aumentar los estudios sobre la eficacia y la seguridad de las vacunas.

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