UN PAÍS DESALMADO, DESARMADO Y DIVIDIDO
Estamos desalmados hasta moralmente porque la corrupción es un negocio, porque nos enfrentan mujeres contra hombres que rompen el equilibrio de lo razonable, justo y responsable y se hacen guerras de masas manipuladas, rompen familias
Horas, días, meses, años difíciles, vivimos en una nación desalmada, desarmada y dividida gobernada por la delincuencia política enfangada de los prófugos instalada en el corazón de la UNIÓN EUROPEA que practica una justicia que desprecia al pueblo español y olvida que somos las puertas de oleadas de gente desesperada huyendo del hambre, de las tiranías y las guerras desembarcando la peor forma de matar, los millones de toneladas de drogas que se pasean por nuestras costas y ríos.
Somos un país de locos antimilitaristas que viene de siglos y nos encontramos a merced de dementes que gobierna el mundo con métodos salvajes financiados por la oligarquía del dinero almacenado en bancos sin fronteras que compran y venden voluntades y violencia que estalla en los medios de desinformación.
El planeta se hunde porque la naturaleza resiste los garrafales errores humanos, y se muere a la orilla de un rio o de urbanizaciones de cementerios.
Estamos desalmados hasta moralmente porque la corrupción es un negocio, porque nos enfrentan mujeres contra hombres que rompen el equilibrio de lo razonable, justo y responsable y se hacen guerras de masas manipuladas, rompen familias y lo pagan los más vulnerables, millones de ancianos con el único apoyo del bastón o del andador o de una voluntad de hierro, y hijos escampando de sus deberes morales, humanos y mentales.
Este país de nuestros amores vive ebrio de borracheras que tapan fracasos y esa pandemia fatal de un maniqueísmo de odio podrido o rencor político que las elecciones camuflan con una urna que queda cerrada o tapas la nariz sin ideas.
Ni catarsis ni patriotismo ni sentido humano de la vida, esta izquierda de venganzas, esta derecha sin sentido común y este pueblo torturado por las mafias y las sectas del sexo patológico nos ha dividido, no en las bases sino en las instituciones, incluso la Iglesia en su sordera solo reza por el Papa para resucitar a Lázaro, hemos perdido el pulso y nos da impresión, el temor, de que hemos vuelto a la edad media cuando ya pisamos una nueva era sin Quijotes y Sancho Panzas.
Quizás es incultura, emotividad salida de varias razas y el sentimiento trágico de la vida.
EPÍLOGO.- Un día seremos los rebeldes con sed de justicia, asaltaremos con rosas y claveles los supermercados, nacionalizaremos los bancos de basura y ocuparemos las calles con gente decente, pediremos caricias de zorras de lujo y expulsaremos de la vida española a quienes negocian en el zoco del fango de los zapateros que abrazan a dictadores y nos destrozan los pies que quieren caminar por el camino de la paz.
No, no subvenciones a empresarios en la lista de los más ricos de España donde millones de ciudadan@s viven en el umbral de la pobreza, y niños sucumbiendo en la violencia de género. Y una juventud sin hogar para vivir un sueño, no en el zulo mental de Gobierno de analfabetos ideológicos que en otras naciones se arman para asesinar. No nos van a quitar la esperanza, nos queda la voluntad.
− Las acequias de las huertas
en el temblor vacilante
del cortejo de sus pompas
explotando se deshacen
y bajando de las cumbres
silenciosas por los valles
se alzan las voces
murmuran que combaten
y sus voces no se hacen viejas
son heraldos de la aurora
encendido cendal,
hostia blanca, luz solar
Murcia rincón para amar.
No tenemos poetas sino delincuencia que nos asaltan con armas de fuego y otros con un baño de mentiras, y la agresividad crece en las grandes ciudades donde no dejan crecer la hierba, ni la paz. Las riadas de un populismo en el desierto de cactus de espinas.
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