El ‘número dos’ de Cerdán reconoce haberse reunido con Leire Díez: “También estaban Santos y Antonio Hernando”

La investigación en curso sobre presuntas irregularidades en el entorno de varias contrataciones públicas ha sumado un nuevo capítulo tras la declaración pública de Juan Francisco Serrano, conocido por su cercanía con Santos Cerdán y por haber ocupado responsabilidades relevantes dentro de la estructura organizativa socialista. Serrano reconoció recientemente haber participado en una reunión junto a Leire Díez, figura actualmente investigada en una causa por presunto tráfico de influencias, y confirmó la presencia en ese encuentro de Santos Cerdán y de Antonio Hernando.

El reconocimiento de esta reunión introduce un elemento de especial relevancia en un proceso marcado hasta ahora por versiones contradictorias, silencios parciales y una creciente presión política e institucional. Lo que inicialmente se consideraba un contacto menor adquiere ahora una nueva dimensión al ser admitida de manera directa la presencia simultánea de varios cargos orgánicos con una persona investigada.

 Los detalles de la reunión: lo que se sabe y lo que aún queda por esclarecer
Durante su comparecencia, Serrano relató que la reunión tuvo lugar en un contexto en el que Leire Díez se presentó como periodista o intermediaria, asegurando poseer información delicada vinculada a grabaciones que podrían tener relevancia política. Según su versión, el encuentro se produjo para evaluar la veracidad y el alcance de ese material, cuya existencia y contenido están también bajo revisión.

Pese a la presencia de cargos orgánicos, Serrano insistió en que la reunión no obedeció a ninguna operación paralela, ni tuvo como objetivo influir en investigaciones judiciales. Sostuvo que se trató de un encuentro breve, en el que no se intercambiaron documentos comprometedores ni se tomaron decisiones políticas de calado.

Este extremo, sin embargo, deberá ser contrastado por las diligencias en marcha, ya que la causa donde aparece mencionada Leire Díez incluye otras reuniones con diferentes interlocutores, algunas de ellas señaladas por investigadores como potencialmente orientadas a obtener o intercambiar información sensible con valor procesal.

 Negación de pagos y distancias frente a empresarios implicados
En su declaración, Serrano negó categóricamente haber recibido dinero en metálico. Subrayó que jamás recibió sobresueldos, pagos opacos ni gratificaciones que pudieran vincularle con posibles irregularidades. También afirmó no conocer personalmente a Víctor de Aldama, empresario cuya figura ha ido adquiriendo relevancia en otras piezas de investigación relacionadas con contratos públicos y presuntas comisiones ilícitas.

Serrano defendió tanto su trayectoria como la de los responsables a los que ha asesorado, asegurando que durante los años en los que colaboró estrechamente con Santos Cerdán nunca observó signos de enriquecimiento irregular o un nivel de vida desproporcionado.

Estas afirmaciones forman parte del intento de desvincular la reunión reconocida de cualquier actividad económica irregular. No obstante, los investigadores deberán determinar si existen conexiones indirectas no reconocidas o si el encuentro fue efectivamente aislado y ajeno a movimientos financieros cuestionados.

 El papel de Leire Díez: periodista, intermediaria o emisaria política
Uno de los puntos más complejos de dilucidar radica en la función real desempeñada por Leire Díez. Aunque ella misma se ha presentado en distintos contextos como periodista o investigadora independiente, su nombre aparece vinculado a contactos con mandos policiales, empresarios y responsables institucionales.

Los investigadores tratan de determinar si Díez actuaba por iniciativa propia, como colaboradora informal en busca de informaciones de interés público, o si lo hacía como intermediaria con un rol más estructurado. La reunión admitida por Serrano refuerza la percepción de que Díez mantuvo un nivel de interlocución relevante, ya que consiguió sentar a la misma mesa a figuras de la cúpula socialista.

A la espera de conclusiones, las autoridades consideran que la clarificación del papel de Díez será fundamental para entender si existió una estrategia coordinada para acceder a documentación sensible o si se trató de contactos dispersos sin una finalidad común.

 Repercusiones políticas: tensión interna y presión parlamentaria
El reconocimiento de esta reunión supone un desgaste adicional para la dirección socialista, que llevaba semanas tratando de cerrar filas y desvincular a los principales responsables del partido de cualquier contacto directo con personas investigadas.

La oposición ha elevado el tono exigiendo explicaciones más detalladas y ampliación de comparecencias parlamentarias. Se reclama esclarecer no solo la reunión específica admitida por Serrano, sino todas las interacciones mantenidas entre dirigentes del partido y personas implicadas en las distintas piezas de investigación abiertas.

Dentro del propio partido, las explicaciones ofrecidas no han disipado completamente las dudas. Algunos sectores consideran que la dirección debería reforzar su línea de transparencia para evitar que el caso se enquiste y erosione la credibilidad institucional en un momento de elevada tensión política.

 La comisión investigadora: nuevas citaciones y un foco cada vez más estrecho
La comisión parlamentaria que analiza las posibles irregularidades relacionadas con contrataciones en época de emergencia continúa llamando a declarar a cargos orgánicos, técnicos de administraciones públicas y personas vinculadas directa o indirectamente con las operaciones cuestionadas.

La confirmación de la reunión con Díez hace prever que nuevas citaciones estén en camino. El objetivo será reconstruir cronológicamente cada contacto, cada intercambio de información y cada decisión tomada por los dirigentes implicados.

Los próximos pasos de la comisión serán cruciales para determinar si la reunión admitida forma parte de un conjunto más amplio de contactos con finalidad política o si se trató de un episodio aislado sin consecuencias operativas.

 Una pieza clave en un rompecabezas aún incompleto
La admisión por parte de Serrano de una reunión con Leire Díez y la presencia de dos responsables de primer nivel dispara el interés político y judicial. Aunque el exdirigente ha tratado de restar importancia al encuentro, su testimonio introduce elementos que obligan a replantear la narrativa mantenida hasta ahora.

Quedan preguntas esenciales abiertas:

¿Quién convocó realmente la reunión?
¿Qué información se compartió y con qué propósito?
¿Existieron encuentros adicionales no reconocidos?
¿Actuó Díez por iniciativa propia o como parte de una estrategia organizada?
¿Hubo algún vínculo, directo o indirecto, con actividades económicas investigadas?

A falta de respuestas definitivas, la investigación continúa avanzando. Lo que ya resulta evidente es que cada nueva declaración añade complejidad a un caso que podría tener implicaciones de largo alcance para la política española y para la credibilidad de las instituciones encargadas de garantizar la integridad pública.

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