El rencor, el odio y la venganza es lo que mueve al PSOE con la ley memoria histórica en España. Ahora vuelve a escena con fuerza. Esta vez, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) ha decidido llevar al Congreso una propuesta para reformar la ley de asociaciones con el objetivo de prohibir aquellas organizaciones que disientan y sean críticas con el gobierno.

¿La excusa? Fomenten la apología del franquismo.
 
Usarán como chivo expiatorio, además del odio que la tienen, a la Fundación Francisco Franco, que durante años ha defendido el legado del general y sus políticas sociales, y cuya ilegalización ha sido un objetivo del Gobierno de Pedro Sánchez desde 2020. La propuesta se debatirá en la Cámara baja la próxima semana, y su aprobación abriría la puerta a un nuevo capítulo en la venganza y el sectarismo que les mueve.

La iniciativa revanchista y de rencor de los socialistas se ampara en la sectaria Ley de Memoria Democrática de 2022, que ya preveía la disolución de organizaciones que promovieran la exaltación del franquismo. No obstante, para llevar a cabo este proceso, se requiere una modificación de la ley de asociaciones, que permita a los tribunales intervenir y ordenar la disolución de estas entidades.

Con la excusa de la «apología del franquismo» se podrá ilegalizar a asociaciones, instituciones y universidades
Uno de los aspectos más polémicos y sectarios de la propuesta es su interpretación del término «apología del franquismo».

Según el texto presentado por el PSOE, se considerará apología cualquier exaltación del golpe de Estado de 1936, la dictadura posterior o sus dirigentes, siempre que concurra humillación o menosprecio hacia las víctimas de ese régimen o una incitación al odio contra ellas.

Este planteamiento sitúa no solo a la Fundación Francisco Franco en el centro del debate, sino cualquier universidad  institución que organice unas jornadas para estudiar y analizar la obra social de Franco durante su mandato. Definición ambigüa para que sirva para ilegalizar a cualquier institución que discrepe del gobierno.

La ilegalización de la Fundación Francisco Franco y otras posibles instituciones es un tema que produce un rechazo profundo en muchas capas de la sociedad española. Es obvio que se trata de un ataque a la libertad de expresión y una imposición de una visión sesgada y sectaria del pasado.

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Blanquear la historia criminal del PSOE
El proyecto de ilegalizar la Fundación Francisco Franco es, en última instancia, una pieza clave dentro del esfuerzo más amplio no solo de revancha, odio y venganza, por lo que consideran que en vez de la reconciliación hay que ajustar cuentas. Desde la aprobación de la Ley de Memoria Histórica en 2007 con Zapatero, los sucesivos gobiernos socialista han dado pasos en este sectarismo ideológico de odio y revancha.

Con la reforma propuesta por el PSOE, el Gobierno de Pedro Sánchez busca, además de la venganza total, tratar de blanquear uno de los capítulos más oscuros y criminales de la historia reciente del PSOE cuando con el Frente Popular asesinó a miles de personas. España.

Sin embargo, la aprobación de la ley no garantiza una solución inmediata. La decisión final de ilegalizar la fundación recaerá en los tribunales.

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