El Observatorio para la Libertad Religiosa y de Conciencia (OLRC) ha emitido una contundente advertencia en la víspera de la festividad católica de Todos los Santos, alertando sobre el preocupante aumento de ataques y robos en cementerios cristianos a lo largo de toda España en 2024.

La denuncia cobra especial importancia al subrayar que estos incidentes, lejos de ser casos aislados, reflejan un intento creciente de eliminar el simbolismo católico de la esfera pública, alcanzando lugares de recogimiento y respeto, como los cementerios, que se ven hoy convertidos en blanco de ataques, profanaciones y actos de vandalismo.

La denuncia del Observatorio para la Libertad Religiosa
A lo largo de este año, al menos 21 cementerios han sido objeto de robos y actos de profanación en diferentes provincias de España, mientras que otros tres han sido dañados y atacados por vándalos.

El Observatorio para la Libertad Religiosa (OLRC) ha denunciado esta situación y solicita un mayor esfuerzo de vigilancia y control en estos espacios, donde los símbolos religiosos son cada vez más vulnerables a la profanación y la violencia.

En palabras de María García, presidenta del OLRC, «en años anteriores, no habíamos registrado casi ataques a cementerios. Era un tipo de ataque que casi no se producía, pero en 2024 hemos registrado un aumento de los robos y destrozos de estos lugares sagrados«.

García recalca el impacto de estos actos en las familias católicas, que encuentran, al visitar las tumbas de sus seres queridos, un escenario de destrucción que atenta directamente contra los símbolos y las creencias de su fe. «Estos hechos son especialmente dolorosos para las familias, ya que se encuentran, cuando van a visitar las tumbas de sus seres queridos, que están destrozadas. Además, los vándalos y ladrones se dirigen especialmente a las cruces y las imágenes de la Virgen y otros santos«, destaca García.

Los ataques en cifras: una cronología de hechos alarmantes
El OLRC ha recogido una lista de incidentes ocurridos en diferentes cementerios españoles desde el inicio del año, una serie de ataques que va mucho más allá de la mera casualidad y que refleja una preocupante frecuencia de profanación y destrucción de la simbología cristiana. A continuación, se detalla una cronología de los actos más destacados:

16 de enero: Encapuchados irrumpieron de madrugada en el cementerio de Espinardo (Murcia) y destrozaron tumbas, arrancando cruces y otras imágenes religiosas con la intención de robarlas.

Mayo a julio: Una banda organizada se dedicó a robar crucifijos e imágenes religiosas en 19 cementerios de la provincia de Toledo. Aunque los responsables fueron detenidos, la situación ha dejado una señal de alarma. Ya en diciembre de 2023, otras tres personas habían sido detenidas por robos en tres cementerios de la misma provincia, lo que indica una actividad persistente en la región.

Noche de San Juan: En un acto que impactó especialmente a la opinión pública, un grupo de jóvenes vandalizó nichos y destrozó imágenes religiosas en el cementerio de Valdoviño, en La Coruña. El grupo grabó el ataque y lo subió a redes sociales, donde las imágenes provocaron indignación y alarma.

Junio: En el cementerio de Estremera, Madrid, fueron robados más de 80 crucifijos, dejando a las familias locales en un estado de consternación ante la pérdida de estos símbolos de devoción.
10 de septiembre: En el cementerio de San Fernando (Sevilla), los vándalos atacaron por la noche, destrozando tumbas y cruces en un acto que sigue sin resolverse.

7 de octubre: En el cementerio de Canales, en Soto y Amio (León), se reportó un ataque similar, donde los responsables destruyeron tumbas e imágenes religiosas a mazazos, en lo que se considera uno de los actos de profanación más violentos del año.

En total, al menos 21 cementerios que han sufrido robos y tres que han experimentado destrozos a lo largo de toda la geografía española.

Esta serie de ataques ha afectado a familias y comunidades de distintos puntos de la geografía española, que observan con alarma cómo estos ataques se dirigen expresamente contra las cruces y las imágenes de la Virgen y otros santos, con el objetivo de hacer desaparecer del espacio público la simbología católica.

Las causas de la profanación: un reflejo de la crisis de valores
Este aumento de actos vandálicos y ataques contra símbolos católicos es una señal de una crisis de valores que afecta a la sociedad española. Desde el Observatorio señalan que la libertad religiosa está sufriendo ataques preocupantes, y que el incremento de estas acciones muestra un desprecio hacia la religión en general y, en particular, hacia el cristianismo. Estos actos son especialmente dolorosos, porque dañan no solo las tumbas de personas queridas, sino los símbolos de fe de muchas familias.

Un llamado a la protección de los cementerios
El OLRC ha solicitado “un aumento de la vigilancia, durante todo el año, en estos lugares sagrados”. Este llamamiento cobra especial importancia en la víspera de Todos los Santos, una festividad que atrae a miles de personas a los cementerios para rendir homenaje a sus familiares fallecidos.

María García señala que, aunque esta festividad es un momento de mayor afluencia a los cementerios, en otras épocas del año estos lugares permanecen «solitarios, o incluso abiertos durante la noche, lo cual facilita demasiado esta clase de robos y vandalismo». En este sentido, se solicita a las autoridades locales y a las instituciones religiosas que refuercen la seguridad en los cementerios, especialmente en aquellos con mayor afluencia de público o con más probabilidades de sufrir ataques.

La eliminación del catolicismo en la esfera pública
Estos ataques no son hechos aislados sino que forman parte de un fenómeno más amplio de rechazo y hostilidad hacia el cristianismo.

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Lo que estamos viendo es una clara intención de apartar la religión de la vida pública, y estos ataques a cementerios lo demuestran. Y estos actos no solo son un reflejo de una pérdida de respeto hacia los símbolos de fe, sino que además constituyen un desafío directo a la libertad religiosa y a la libertad de expresión.

Los cementerios han sido siempre lugares de respeto y recogimiento, donde las personas pueden honrar a sus seres queridos en un ambiente de religiosidad y serenidad. Sin embargo, los hechos recientes ponen de manifiesto que ni siquiera estos lugares están a salvo de la violencia, el vandalismo y las profanaciones.

La profanación de tumbas, la destrucción de imágenes religiosas y los robos de crucifijos constituyen una amenaza no solo para la religión católica, sino para el respeto de valores fundamentales en la sociedad.

Con la festividad de Todos los Santos, el OLRC espera que las autoridades y la sociedad en su conjunto reflexionen sobre la necesidad de proteger estos lugares de paz. No se trata solo de proteger las tumbas, sino de proteger la libertad religiosa y el respeto hacia la espiritualidad de cada individuo.

Las autoridades, según el OLRC, tienen la responsabilidad de garantizar que estos actos de violencia y profanación sean tratados con la seriedad y urgencia que merecen, y de actuar para evitar que el respeto a los valores religiosos siga deteriorándose en España.

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