Pedro Sánchez, a través del Ministerio de Igualdad, ha dejado nuevamente clara su postura: está en contra de la libertad de expresión y no tolera ni la disidencia ni las críticas que desafíen su agenda ideológica.

En un acto más propio de una dictadura comunista que de una democracia, este ministerio ha exigido a la Asociación de Familias Numerosas que retire su campaña publicitaria «Se te está pasando el arroz», mediante presiones y amenazas formales a través de un requerimiento oficial

Desde la Secretaría de Estado de Igualdad y para la Erradicación de la Violencia contra las Mujeres, dependiente del Ministerio de Igualdad, y en una carta firmada por la directora del Instituto de las Mujeres, Cristina Hernández Martín, se ha pedido la retirada de la campaña. Según la Asociación de Familias Numerosas, el requerimiento no es más que una forma de coerción:

«Han procedido a enviar una carta para presionar y forzar a que retiremos el anuncio», señalan desde la asociación.

Razones aducidas para la censura
El Instituto de las Mujeres argumenta que «estos mensajes están cargados de prejuicios y presiones hacia la juventud», y añade que afectan especialmente a las mujeres «por su particular biología». La misiva continúa afirmando que «este tipo de campaña promocional supone un menoscabo a la libertad y autonomía que poseen las mujeres sobre sus cuerpos y podría constituir una forma de acoso y violencia psicológica».

Para culminar, exigen a la asociación «adoptar las medidas necesarias para la retirada de esta publicidad». Estas razones no son más que excusas para justificar un nuevo caso de censura.

Simplemente excusas para censurar y coartar la libertad.

Un gobierno contra la familia
Este episodio no es un caso aislado. Desde su llegada al poder, Sánchez y su gobierno han demostrado un claro desdén y animadversión hacia las familias en general y las numerosas en particular. La reciente Ley de Familias, promovida por el propio Ejecutivo, ha sido criticada unánimemente  por organizaciones familiares por atentar contra la familia.

La Asociación de Familias Numerosas lo tiene claro:

«Este gobierno no quiere a la familia, legisla en contra de la familia numerosa con la Ley de Familias y ahora, a través de su Ministerio de Igualdad, nos presiona y amenaza con un requerimiento, queriendo coartar nuestra libertad de expresión».

Una campaña que molesta al pensamiento único
El cartel publicitario objeto del intento de censura pone de relieve un fenómeno evidente: las trabas y prejuicios que enfrentan quienes desean formar una familia, especialmente una numerosa. El mensaje ha incomodado a sectores afines al Gobierno, provocando esta reacción desmedida del Instituto de las Mujeres y el Ministerio de Igualdad.

La Asociación denuncia cómo se está instalando una narrativa que desalienta la maternidad y demoniza a las familias numerosas bajo el pretexto de un progreso social ficticio. Según sus declaraciones:

«Nos están colando excusas que pervierten la decisión de formar una familia y tener hijos.»

Esta campaña es una llamada de atención, ya que el valor de la familia y de los hijos quedan en último lugar en la escala de valores de cualquier persona y que, por ello, mucha gente se arrepiente o puede arrepentirse de no haber tomado antes la decisión de formar una familia y tener hijos.

Es precisamente en estos años de fuerte ataque contra la familia, la formada por padre, madre e hijos, cuando la natalidad ha caído en picado. Nunca se había producido este panorama sombrío de invierno demográfico. Ni en los peores momentos de pestes, hambrunas, guerras, … faltaban los niños como ahora. Así pues, las causas de este invierno demográfico no pueden ser económicas únicamente.

Los mensajes desde todos los ámbitos, incluido el institucional, es que tener hijos es un mal negocio y que el matrimonio es una presión oscura del heteropatriarcado. Como dice en la carta la directora del Instituto de las mujeres, “recurrir a estos mensajes -como en el anuncio-evoca momentos oscuros de nuestra historia que creíamos desterrados”.Sin embargo, nadie sabe exactamente a qué «momentos oscuros» se refiere.

Valentía frente a la censura
Lejos de doblegarse ante las presiones, la Asociación de Familias Numerosas ha demostrado una actitud ejemplar al anunciar que no solo no retirará su campaña, sino que la relanzará con más fuerza:

«Por eso, vamos a volver a colocar la misma publicidad que tanto molesta al Ministerio de Igualdad y al Instituto de las Mujeres, en marquesinas de buses y metro».

Este acto de resistencia es un ejemplo de coraje frente a un intento de censura que atenta directamente contra la libertad de expresión. Es también una llamada de atención para todas las personas y organizaciones que valoran la democracia y la pluralidad de ideas.

Hacia una dictadura woke
La exigencia del Ministerio de Igualdad no es un hecho aislado, sino parte de una estrategia más amplia para imponer un pensamiento único que no admite crítica, oposición ni discrepancias. Este gobierno socialista-comunista está restringiendo las libertades fundamentales y atacando los valores que han sostenido nuestra sociedad durante generaciones.

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Coartar la capacidad de una asociación para expresar sus ideas no es solo una agresión a la familia, sino un ataque directo a los principios básicos de la democracia. En este caso, se trata de un intento flagrante de silenciar a quienes defienden la familia, un pilar esencial de cualquier sociedad próspera.  Este intento de silenciar a quienes defienden valores refleja la implantación de una ideología totalitaria que busca borrar cualquier oposición.

El ejemplo a seguir
La valentía de la Asociación de Familias Numerosas es una inspiración para quienes valoran la libertad y la dignidad de las personas frente a la maquinaria estatal. Es hora de que la sociedad española diga basta. No podemos permitir que esta deriva autoritaria, impulsada por una agenda comunista y woke, siga avanzando.

El control sobre el discurso público y la demonización de quienes defienden valores tradicionales no son actos propios de un gobierno democrático. Al contrario, reflejan la implantación de una ideología totalitaria que busca borrar cualquier oposición.

Defender la libertad, defender la familia
Este episodio pone de manifiesto lo que está en juego: la libertad de expresión, la capacidad de las familias para decidir sin coacciones y el derecho a disentir de una agenda ideológica impuesta desde las instituciones.

La familia es el núcleo de nuestra sociedad, y cualquier ataque contra ella es un ataque contra todos. En un momento en el que la censura amenaza con convertirse en la norma, la sociedad debe unirse para proteger los valores que nos han sostenido durante siglos.

La Asociación de Familias Numerosas lo ha resumido perfectamente:

«Por eso volvemos a colocar nuestra publicidad.»

Una respuesta firme y valiente, un recordatorio de que la libertad no se cede: se defiende.

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