
La primera gran mentira de la vacunología: el hecho de que el cuerpo produzca anticuerpos no significa que sea inmune a una enfermedad
La producción de anticuerpos, robusta o no, no garantiza una inmunidad real en el mundo real. En absoluto. La afirmación de que si una vacuna genera una fuerte respuesta de anticuerpos, protegerá de contraer, propagar o enfermar es una inferencia errónea basada en premisas falsas













