Una vez más, la casta sindical vuelve a retratarse y vuelve a protagonizar un escándalo que refleja el alejamiento total de los dirigentes de Comisiones Obreras (CCOO) de la realidad que viven los trabajadores a los que dicen representar.

Este 21 y 22 de marzo, la delegación de CCOO Pontevedra celebrará su congreso en el lujoso Balneario de Mondariz, considerado el mejor balneario-spa de Europa por los premios del sector Wellness Experience.

Lejos de representar a los trabajadores, Comisiones Obreras demuestra que su único interés es vivir a cuerpo de rey, disfrutando de lujos pagados gracias a las millonarias subvenciones que reciben del Gobierno de Pedro Sánchez y de las cuotas de unos afiliados cada vez más engañados.

Todo incluido a gastos pagados
El complejo donde se desarrollará el evento sindical cuenta con más de 3.000 metros cuadrados de instalaciones termales, saunas, tratamientos de hidroterapia y un hotel de 4 estrellas con 194 habitaciones. Rodeado de 50 hectáreas de bosques y jardines, dispone incluso de un campo de golf de 18 hoyos.

La estancia de los delegados incluye alojamiento, comidas, cenas y acceso completo al spa y al circuito termal del recinto.

Todo un derroche de lujo y ostentación a costa de las subvenciones públicas del Gobierno de Pedro Sánchez y de las cuotas de afiliados.  donde, entre otras cosas, debatirán sobre la «unificación de las diferentes formas de nombrar al colectivo LGTBIQA+», evidenciando una vez más que sus prioridades poco o nada tienen que ver con la defensa de los derechos laborales.

Resulta indignante comprobar cómo un sindicato que presume de representar a la clase obrera destina los recursos públicos y de sus afiliados a alojarse en un hotel de lujo mientras disfrutan de las mejores mariscadas, ganándose con razón el sobrenombre de los “comegambas”.

Numerosas críticas internas
Pero el escándalo no termina aquí. Las críticas internas no se han hecho esperar. Según fuentes del propio sindicato, la decisión de celebrar el congreso en semejante marco de lujo se tomó «sin debate» y «de espaldas a la afiliación».

Tal es la desfachatez, que incluso se ha abierto expediente disciplinario a los compañeros que se atrevieron a exigir un entorno más austero y digno. Como bien recuerdan desde dentro de la organización: «Hemos tenido congresos de Vigo en entornos mucho más austeros, pero siempre han sido dignos y adecuados».

Un acto de compra de voluntades
La realidad es que este congreso es mucho más que un simple evento sindical. Internamente, no dudan en calificar la cita como «un acto de compra de voluntades y está funcionando», puesto que en el encuentro se decidirá quién formará parte de la delegación sindical encargada de refrendar o no la continuidad de Unai Sordo como secretario general de CCOO.. La estrategia es clara: comprar apoyos y fidelidades mientras se regodean en el lujo y el despilfarro.

La elección de un lugar de semejante categoría no es casualidad. El Balneario de Mondariz, fundado en 1873, se ha convertido en un emblema del lujo termal, con aguas mineromedicinales, tratamientos exclusivos y hasta un campo de golf de 18 hoyos. ¿Esto es defender los intereses de los trabajadores? ¿Esta es la “lucha obrera” que pregonan?

Los hackeos constatan que son unos «comegambas»
El cinismo de CCOO es aún mayor si recordamos que hace apenas unas semanas, el sindicato fue víctima de un hackeo que dejó al descubierto más de 700.000 documentos.

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Entre ellos, listas de restaurantes y hoteles favoritos de la cúpula sindical, que incluyen desde sidrerías vascas hasta marisquerías gallegas y el exclusivo dos estrellas Michelin DSTAgE, donde un menú cuesta 220 euros más 120 por el maridaje de vinos. Así se explican las mariscadas y el mote de “comegambas”.

Mientras tanto, los trabajadores de verdad siguen sufriendo los efectos de la inflación, el desempleo y la precariedad. Pero los dirigentes de CCOO, fieles escuderos de Pedro Sánchez, disfrutan de su burbuja de privilegios, convertidos en auténticos burócratas del régimen, más preocupados por imponer la ideología de género y la agenda LGTBIQA+ que por defender los derechos laborales.

En cualquier democracia normal, esta casta sindical debería dimitir en bloque. Pero en la España de Sánchez, se premia el servilismo y la traición a los principios que dicen defender. Por eso, hoy más que nunca, es necesario denunciar que los sindicatos como CCOO se han convertido en un brazo más del Gobierno socialcomunista, expertos en gastar el dinero público mientras se ríen de los trabajadores.

La imagen de la cúpula sindical disfrutando de aguas termales y circuitos de spa y degustando mariscos en el mejor balneario de Europa mientras el país sufre la inflación y la pérdida de poder adquisitivo resulta indignante y es el reflejo de la decadencia moral y ética de unas organizaciones que hace tiempo dejaron de representar a nadie más que a sí mismas.

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