Nacional G. IBE 01 de mayo de 2024

La ‘academia de okupación’ de Sevilla reparte a los alumnos manuales con temas de Derecho o cerrajería

«Okupar no es sólo conseguir una vivienda, es también crear un centro social, encontrarse, compartir, aprender, luchar»

Primera ‘academia de okupación‘ de España

El pasado mes de febrero salía a la luz que Sevilla cuenta con la primera ‘academia de okupación‘ de España. Aunque puede parecer algo distinto a lo que sugiere el nombre, es exactamente lo que parece: un curso presencial con varias materias. La ‘academia de okupación’ incluso entrega a sus alumnos sus propios manuales.

Tienen publicada una completísima obra que ya va por su segunda edición, de más de 100 páginas y que los expertos califican de verdaderamente útil para los delincuentes que okupan.

La asociación de okupas que ha fundado esta especie de centro educativo delincuencial se llama Oficina de Okupación de Sevilla. Como si fueran un organismo público. De hecho, dan sus clases físicas desde unas naves que le han okupado al propio Ayuntamiento en el Polígono Store. Allí, por un módico precio, enseñan nociones de electricidad, cerrajería o Derecho para evitar ser expulsados por los propietarios.

 El pasado 3 de febrero organizaron unas jornadas llamadas «Okupa tú también», en las que, por un módico precio, se aprendían todas estas especialidades. Durante el día se ofrecía también a los alumnos una comida —vegana, por supuesto— y una merienda. Por la mañana, aunque no demasiado temprano, a las 12:00 del mediodía, se empezaba por la teoría: «cuestiones legales». Después ya llegaban las prácticas: Taller de Electricidad y de Cerrajería.

 
Respecto al manual, que dan a sus alumnos y ofrecen en su web, advierten de que no debe costar más de dos euros. El primer cuaderno lo editaron en 2006. La segunda edición, actualizada, es de 2016. Es más completa, y la que siguen utilizando actualmente. En la introducción explican que «es fruto de la experiencia y la investigación pero en ningún caso se trata de un tratado de okupación. Hay multitud de personas con experiencia y con otras opiniones sobre los temas que aquí se tratan».

Citan «el Manual de Okupación de Casas Viejas (del Centro Social Okupado de Sevilla) y el Manual de Bulegoa Okupazioa (de la Oficina de Okupación de Bilbo)». Y es que, afirman, les sirvieron a los okupas autores «de guía para comenzar este trabajo».

Para justificar su forma de vida okupando la propiedad privada de otras personas, recurren a los clichés típicos del 15M y a culpabilizar a los bancos. «Guiándonos por esos mensajes, fuimos al banco para ver si nos podíamos comprar ese pisito en el barrio y, ¿qué nos dijo?

Que nos subvencionaba la casa al 100%, que nos daba 6.000€ más para los muebles, 10.000€ para el coche y 2.000€ para unas buenas vacaciones de verano. Gracias al endeudamiento barato, millones de personas hipotecaron sus vidas para poder seguir el ritmo de consumo que el sistema incentivaba», dicen.

Tras criticar también a «la clase empresarial, política o nobiliaria», que puede «y puedes «realizar inversiones, que luego rentabilizar» para «tener muchas casas», siguen su apología de la okupación. «Okupar no es sólo conseguir una vivienda, es también crear un centro social, encontrarse, compartir, aprender, luchar», dicen en el manual.

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Tras el conjunto de tópicos llegan los capítulos verdaderamente interesantes para los usurpadores de viviendas. Dividen el temario en cinco grandes temas: los preliminares, la entrada en la casa, ¡manos a la obra!, Defensa jurídica y desalojo. En los dos primeros apartados abordan puntos relativos a la vigilancia del inmueble y cómo allanarlo: el barrio, la casa, la vigilancia, la entrada o ¡¡ya estamos dentro!! son algunos de los puntos de lectura del manual

En el capítulo jurídico se abordan temas como «los delitos a los que podemos enfrentarnos al okupar un inmueble» o los intentos de desalojo y las identificaciones. También, —para los que no puedan asistir a los cursillos prácticos, suponemos— se enseña fontanería, electricidad, albañilería y «ñapas».

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