Opinion Alejo Vidal - Quadras 04 de enero de 2025

Después de la Nación

"Si la Nación española se desvanece y nos vemos privados de su existencia nos convertiremos en integrantes de (...) nacioncillas tribales, europeos de tercera categoría, desprovistos de un formidable legado político, artístico y cultural erigido durante milenios por nuestros antepasados que nos proyecta todavía en el mundo y nos hace objeto de prestigio y respeto en el plano internacional"

Alejo Vidal - Quadras

El título de esta columna es el del último libro de José María Marco, cuya lectura recomiendo vivamente. En este ensayo, su autor nos propone una nueva perspectiva sobre el pacto de la Transición, un enfoque inédito, original, tan sugerente como inquietante.

Según su análisis, el gran acuerdo civil, tan alabado e invocado en ocasiones solemnes, tan exhibido como ejemplo a imitar en los cambios de una dictadura a una democracia, contemplado como una transformación sin violencia fruto de la racionalidad, el espíritu cívico, el realismo y la buena voluntad tanto de los representantes del régimen anterior a extinguir como de la oposición que pugnaba por el que había de alumbrarse, contenía una cláusula oculta, un entendimiento tácito soterrado, una condición implícita que nadie mencionó, pero que latía en la entraña invisible de la operación.

Este sobreentendido fantasmal, aunque aceptado por todos, fue la desaparición de España como Nación.

Examinemos la situación presente a la luz de esta osada interpretación y mencionemos algunos trazos que la caracterizan elegidos al azar:

Un Gobierno de la Nación que sostiene su mayoría parlamentaria en aquellos grupos cuyo propósito es liquidarla, la práctica ausencia del Estado en Cataluña y en el País Vasco, la inminencia de la aparición en Cataluña de un estado libre asociado similar al ya materializado en Vitoria.

La imposibilidad de las familias de escolarizar a sus hijos en la lengua común en un tercio de la superficie nacional, la utilización de lenguas cooficiales en determinadas Comunidades en el Congreso de los Diputados obligando a sus señorías a recurrir a la interpretación simultánea para enterarse de los que dicen sus colegas.

La protección especial que debe otorgarse al ¿habla andaluza? en la tierra de María Santísima, el compromiso del presidente del Gobierno de reunirse con un golpista condenado y amnistiado inconstitucionalmente en un país extranjero, la salida a la calle de terroristas sanguinarios retorciendo la ley, el veto a la emisión del discurso navideño del Rey por determinadas televisiones autonómicas, la supresión impune de la bandera española en la fachada de centenares de Ayuntamientos, y así podríamos seguir hasta llenar el resto de la página.

No cabe duda de que asistimos a una progresiva evaporación de la multisecular Nación española que de manera aparentemente inevitable ve cómo sus contornos se van difuminando, sus rasgos y sus símbolos borrando y su mismo concepto desapareciendo de la conciencia de sus ciudadanos.

Frente a la idea de que este triste proceso es la consecuencia no deseada por los dos principales partidos del sistema ni por la mayor parte de la población de una Constitución diseñada de manera imperfecta por siete próceres que pecaron de ingenuidad y optimismo, de la debilidad de los sucesivos Gobiernos centrales ante los abusos y deslealtades de los separatistas y de una normativa electoral desequilibrada, la tesis de José María Marco es que se trató de una decisión deliberada, del precio consentido a pagar para conseguir que el tránsito del franquismo a la monarquía parlamentaria fuese suave y pacífico.

Marco señala paradójicamente como prueba de su aserto a los primeros artículos de nuestra Carta Magna, en los que se proclama con retumbante énfasis la naturaleza indisoluble e indivisible de nuestra patria común, al igual que la residencia de la soberanía en el pueblo español en su conjunto.

Tales tajantes pronunciamientos en el arranque de nuestra Norma Fundamental, apunta Marco, denotan una voluntad de calmar en aquellos días tensos las reticencias de las estructuras del Movimiento Nacional aún en pie para colarles a continuación la autonomía de las regiones, el equívoco vocablo “nacionalidades”, el contradictorio artículo 150.2, el principio dispositivo, la imprecisión de la atribución de competencias a las instancias centrales y a las Autonomías, la Disposición Adicional Primera. La Disposición Transitoria Cuarta y el mecanismo de desmontaje contenido en el Título VIII.

Una nación no es una entelequia discutida y discutible como regurgitó el hoy rastrero limpiabotas de un narcodictador criminal, sino que es una noción clara plena de significado y sentido ligada a las dos grandes revoluciones de la segunda mitad siglo XVIII y estrechamente vinculada a la aparición y consolidación de las democracias liberales modernas.

Puede ser percibida como un proyecto, un hacer juntos en pos de unos objetivos compartidos, como un pacto de garantías de derechos y libertades, como una identidad de componentes étnicos, lingüísticos y geográficos o como una comunidad de valores morales vertebradores de la convivencia.

Normalmente es una combinación en distintas intensidades de estos factores dependiendo de los casos, pero en absoluto es algo etéreo o indefinido.

El PP exige el cese "fulminante" del fiscal general por cambiar de móvil en un "intento de ocultar pruebas"

Media docena de nacioncillas tribales
Si la Nación española se desvanece y nos vemos privados de su existencia nos convertiremos en integrantes de media docena -ocho según el destacado pensador Miquel Iceta- de nacioncillas tribales, europeos de tercera categoría, desprovistos de un formidable legado político, artístico y cultural erigido durante milenios por nuestros antepasados que nos proyecta todavía en el mundo y nos hace objeto de prestigio y respeto en el plano internacional.

Semejante desastre nos condenaría, en la opción menos mala, a la frustración colectiva y a un fracaso monumental como entidad jurídico-política reconocible y, en la peor, al conflicto interno y a un enfrentamiento cruento entre compatriotas como los que jalonaros los dos últimos siglos de nuestro devenir conjunto.

No nos queda demasiado tiempo para reaccionar y poner a salvo nuestro futuro antes de que la mediocridad envidiosa, la ambición ciega, la pusilanimidad inane, el oportunismo innoble, la codicia desatada y el revanchismo rencoroso de unos y de otros haga añicos España de manera irreversible.

¿Conoces algún hecho irregular que quieres que investigue y cuente Impacto España Noticias? Escribe a denuncias@impactoespananoticias.es

Comparte en Redes Sociales

Apoya el periodismo independiente y crítico 

 Evite la censura de Internet suscribiéndose directamente a nuestro canal de Telegram, Newsletter

Haz tu Donación

Síguenos en Telegram: https://t.me/impactoespananoticias

Whassapt Impacto España: https://chat.whatsapp.com/DkvQU3OzEzz1Ih524CPUd7

Twitter: https://twitter.com/impactoSumustv

Instagram: https://www.instagram.com/impactoespana?r=nametag

YOUTUBE:https://youtube.com/@impactoespananoticias

Odysee: https://odysee.com/@impactoespa%C3%B1anoticias:a

WhatsApp: 635967726

Te puede interesar

¿El MAGA como impulsor del MEGA?

"Europa ha cobrado conciencia de la gravedad de la situación y está volcada en responder en la medida requerida"

¿Qué tienen los ministros de educación en la cabeza?

“La educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo” Nelson Mandela

La reversión

"Para permanecer encabezando el Consejo de Ministros –se trata de eso– ha hipotecado el sujeto político llamado España, gravando el caudal de potencialidades del Estado con el botín que sus reprobables socios y aliados le consiguen con presiones y bravatas"

Pedro Sánchez y Nicolás Maduro: patologías afines

"El ciudadano rechaza en su fuero interior la experiencia de la indefensión, de sentirse a la intemperie, sin la presencia inmediata y eficaz de un gobierno que asuma el control de los hechos"

Analizando la sombra oprobiosa del delator

“Cuanto más se distinguían por su nobleza, por sus riquezas o por su talento, tanto más ávidamente se dirigía contra ellos la crueldad del príncipe y la adulación de los delatores” Tácito

Centralización y monopolio: cómo la intervención estatal ha provocado el apagón en toda España

El monopolio estatal o cuasiestatal en la gestión de la red eléctrica española ha llevado a una falta de incentivos para mejorar la infraestructura y garantizar un suministro estable