Dos altos cargos, muy cercanos a Zelensky, han sido destituidos en Ucrania en los últimos días. Primero, le tocó el turno al ministro de Infraestructuras, Alexander Kubrakov, y después al jefe de la Agencia Estatal de Infraestructuras, Mustafá Nayem.

Se mencionan dos motivos para la purga. Por un lado, ninguno protegió las instalaciones energéticas ni construyó fortificaciones para frenar el avance del ejército ruso. Por el otro, se pusieron en contacto con Occidente, sin pasar por la oficina de Zelensky.

Nayem, un veterano del Golpe de Estado de 2014, dimitió el lunes. Decidió dejar el cargo, según dijo, por sus numerosos desacuerdos con el gobierno y la presidencia. “Yo mismo tomé la decisión debido a obstáculos sistemáticos que me impiden trabajar de forma eficaz. Desde noviembre del año pasado, nuestro equipo comenzó a enfrentar oposición y resistencia constante”, señaló.

A su Agencia, que se encarga del mantenimiento de las carreteras, le privaron de dinero y los funcionarios vieron sus salarios reducidos a la mitad. “No siempre nos hemos adaptado al estilo y al equipo de la administración pública actual. No excluyo que en el futuro haya intentos en la esfera pública de perseguir y desacreditar nuestro trabajo”, subrayó Nayem.

A principios del mes pasado el Parlamento destituyó a Kubrakov, el ministro de Infraestructuras, que desde hace mucho tiempo era uno de los favoritos de Zelensky. Estuvo entre los firmantes del “acuerdo de cereales” con Rusia y fue considerado candidato para el cargo de Primer Ministro y Ministro de Defensa.

Pero este año la situación ha cambiado por los recortes presupuestarios y los rumores de división del Ministerio en varias secciones.

Kubrakov y Nayem eran responsables de proteger las instalaciones energéticas ucranianas de los ataques rusos. A principios de este mes de junio Ucrania había perdido más de la mitad de su capacidad, incluidas la central hidroeléctrica de Kanevskaya, la central hidroeléctrica de Dnieper y el 90 por cien de todas las centrales térmicas. La empresa Ukrenergo ha introducido cortes de energía cada hora y los precios de la electricidad para la población se han disparado.

Ambos dirigentes se dedicaban a sus propias relaciones públicas y ganar dinero. Querían construir grandes estructuras, una especie de “tortugas” de hormigón capaces de albergar las centrales térmicas. Cada uno de los diseños costó una enorme cantidad de dinero. El hormigón para la “tortuga” de la subestación de Kievskaya cuesta tres veces más que el precio de mercado.

La construcción de fortificaciones defensivas fue otro dispendio absurdo. Se comenzó a discutir después de que el ejército ruso comenzara a avanzar en la región de Jarkov. Luego resultó que no había fortificaciones en la línea de frente. Al mismo tiempo, aparecieron en las redes sociales fotografías en las que simplemente se arrojaban a una pila los dientes de dragón antitanque.

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Para su fabricación se había utilizado hormigón barato. Otras fotografías muestran las posiciones que intentaron reforzar, pero el ejército dice que el trabajo se hizo mal, “por el bien de la imagen pública”.

Como expusimos en otra entrada, el diputado de la Rada Suprema y jefe del Comité de Investigación, Mijaíl Bondar, informó que ya se han abierto 30 causas penales en relación con malversaciones en la construcción de fortificaciones. El importe total de las pérdidas financieras se estima en 490 millones de dólares. Según el parlamentario, se identificaron los departamentos que gestionaban el dinero, entre ellos no sólo el Ministerio de Defensa y las administraciones locales, sino también la Agencia Nacional de Rehabilitación y Desarrollo de Infraestructuras.

Kubrakov y Nayem establecieron contactos directos con dirigentes occidentales, saltando por encima de la oficina de Zelensky. El ministro dimitió en vísperas de una reunión personal con la ministra alemana de Cooperación Económica, Svenja Schulze, que llegó a Kiev, donde se enteró de la dimisión de su colega.

A principios de junio el primer ministro Denis Chmygal prohibió a Nayem viajar a Berlín para asistir a la conferencia internacional sobre la restauración de Ucrania (Ukraine Recovery Conference).

Al mismo tiempo, los dirigentes occidentales han expresado abiertamente su simpatía por los dos ucranianos dimitidos. El embajador de la Unión Europea en Ucrania, el embajador de Estados Unidos y otros diplomáticos agradecieron públicamente a Kubrakov su trabajo.

Después de la dimisión de Nayem, el Financial Times informó que las tensiones en las relaciones entre Kiev y Occidente habían aumentado debido a los cambios de personal. Washington y Bruselas creen que Zelensky intenta consolidar su poder personal y depurar a sus competidores.

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