Sánchez castiga a la familia con hijos: les aplica una fiscalidad del 36% de impuestos al trabajo

El gobierno penaliza a las familias con hijos en plena crisis demográfica
En un contexto de emergencia demográfica, mientras España sufre una de las tasas de natalidad más bajas del mundo occidental, con una natalidad en caída libre, el gobierno de Pedro Sánchez no solo ignora la función social de la familia natural, —célula básica de toda sociedad libre—, sino que la penaliza y asfixia con una de las cargas fiscales más elevadas de la OCDE. Lejos de implementar políticas de apoyo, el Ejecutivo grava con saña a quienes sostienen el futuro de la nación: las familias con hijos.

Según el último informe ‘Taxing Wages 2025’ de la OCDE, una familia media con un solo asalariado y dos hijos soporta una cuña fiscal del 36,1%. Esta cifra, que incluye IRPF y cotizaciones sociales, sitúa a España como el séptimo país con mayor presión sobre las familias, y el sexto dentro de la Unión Europea.

España, líder en castigo fiscal a la natalidad
Mientras países como Alemania, Noruega o Portugal alivian la carga fiscal a las familias, en España se las estrangula económicamente. La cuña fiscal nacional se encuentra 10,4 puntos por encima de la media de la OCDE, que se sitúa en el 25,7%.

Además, la situación empeora cada año. En 2023, la cuña fiscal era ligeramente inferior al 36%, y el incremento interanual ha sido de 0,63 puntos, cuatro veces mayor que el crecimiento medio de la OCDE, que fue de 0,16 puntos. Una escalada que demuestra una intención deliberada de asfixiar económicamente a la familia natural.

Ni los dos sueldos alivian la carga
Tampoco mejora la situación cuando ambos padres trabajan. En familias con dos asalariados y dos hijos, la cuña fiscal en España alcanza el 37,9%, frente al 29,5% de media en la OCDE. Solo Bélgica (44,8%), Francia (41%) y Alemania (40,9%) presentan cargas mayores. Así, España se convierte en el cuarto país de la OCDE con mayor penalización a las familias trabajadoras.

El IRPF y el MEI: dos palancas para estrangular al contribuyente
Uno de los responsables del incremento fiscal es la progresividad del IRPF, que, lejos de ser deflactado ante una inflación descontrolada, sirve como herramienta recaudatoria para esquilmar a las familias. A esto se suma el Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), introducido en 2023, que incrementa las cuotas a la Seguridad Social bajo el pretexto de financiar las pensiones.

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Este mecanismo eleva cada año el tipo aplicable. En 2025 alcanzará el 0,8% y continuará subiendo hasta situarse en 1,2% en 2029. Paralelamente, se ha activado la ‘cuota de solidaridad’ para los sueldos que superan la base máxima de cotización, afectando a los profesionales que sostienen buena parte del tejido productivo nacional.

Un ataque frontal a la familia natural
La presidenta de la Asociación de Familias Numerosas de Madrid, María Menéndez, ha sido tajante al respecto:

«Está claro que sin hijos no hay futuro y que sin familias fuertes y estables no hay supervivencia.
El objetivo de destruir el entramado social, cultural, económico y demográfico, la red que sostiene a la sociedad, la familia, es ya claro.

Y en particular a la familia numerosa con la puntilla del ya vergonzante proyecto de ley de familias, cuyo retraso legislativo es patente para todo el mundo.

No tiene Sánchez ninguna voluntad de garantizar el apoyo, sostén y promoción de la familia y de las familias que más hijos tienen.

Como decían poéticamente los que se levantaron en armas para defender la libertad del pueblo español, un 2 de mayo de hace más de 200 años: ‘no hay tanta tierra para tapar tanta tumba’, pero hay más valientes para seguir el legado de la defensa de la libertad y de la familia.»

Palabras valientes y necesarias, que deberían retumbar en los pasillos de la Moncloa y en cada despacho ministerial. Porque lo que está en juego no es solo una cuestión económica: es el modelo de sociedad que queremos dejar a nuestros hijos. Sánchez ha optado por dinamitar los pilares de nuestra civilización, sustituyendo la solidaridad intergeneracional por asistencialismo estatal, y la familia natural por modelos artificiales promovidos ideológicamente.

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La familia natural, objetivo a destruir
Y es que el mensaje del gobierno de Pedro Sánchez es claro: no apoya a las familias, las castiga. Penaliza fiscalmente tener hijos, no reconoce los sacrificios y la aportación social de las familias naturales, y promueve otras formas de convivencia que no generan cohesión ni sostenibilidad demográfica.

Estamos ante una política de ingeniería social que, en lugar de sostener a quienes traen vida al país, los empuja hacia el empobrecimiento y el abandono. No es solo negligencia. Es intencional.

No es solo una cuestión de justicia económica, sino de supervivencia nacional. Sin familias fuertes, sin hijos, sin arraigo, España se condena al envejecimiento, la dependencia y la sustitución poblacional.

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