Audio revela presunto uso político de la Fiscalía por parte del entorno del PSOE contra la UCO

Estos beneficios se concretarían en pactos con la Fiscalía, acuerdos escritos que podrían suavizar o incluso hacer desaparecer las acusaciones en su contra. Todo esto bajo un aparente marco de legalidad, utilizando como justificación el artículo 305 del Código Penal

Corrupción27 de mayo de 2025Impacto España NoticiasImpacto España Noticias
Leire Díez

Lo que comenzó como un goteo de informaciones aisladas sobre corrupción y pactos en la sombra se ha convertido en un caso de enorme magnitud, con ramificaciones que alcanzan al núcleo del poder político español. El PSOE, partido en el Gobierno, se encuentra ahora en el epicentro de unas gravísimas acusaciones que apuntan no solo a presuntos delitos económicos, sino también a intentos sistemáticos de manipular la Justicia y desacreditar a las fuerzas de seguridad encargadas de investigarle.

Según revelaciones recientes publicadas  por THE OBJECTIVE, personas cercanas al partido habrían ofrecido acuerdos con la Fiscalía y la Abogacía del Estado a empresarios investigados, a cambio de información incriminatoria contra mandos de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil.

Este presunto intento de sabotaje institucional no solo pone en tela de juicio la ética de quienes dirigen el PSOE, sino que amenaza con erosionar la credibilidad de las instituciones democráticas en su conjunto.

 Las Acusaciones: Pactos Bajo la Mesa
Las revelaciones son tan detalladas como alarmantes. Diversos empresarios, entre ellos Alejandro Hamlyn, presidente del Grupo Hafesa y actualmente huido en Dubái, habrían sido contactados por individuos cercanos al PSOE, entre ellos la periodista y militante socialista Leire Díez, el empresario Javier Pérez Dolset y el abogado Jacobo Teijelo. La propuesta era clara: entregar información comprometedora sobre altos mandos de la Guardia Civil —como Antonio Balas Dávila, Juan Vicente Bonilla y el fiscal José Grinda— a cambio de beneficios judiciales sustanciales.

Estos beneficios se concretarían en pactos con la Fiscalía, acuerdos escritos que podrían suavizar o incluso hacer desaparecer las acusaciones en su contra. Todo esto bajo un aparente marco de legalidad, utilizando como justificación el artículo 305 del Código Penal, que permite al investigado colaborar con las autoridades en la identificación de los verdaderos responsables de un delito fiscal.

Sin embargo, el verdadero objetivo de estos movimientos, según se desprende de los audios, no sería otro que la nulidad de las actuaciones judiciales basadas en supuestos "vicios procesales". Es decir, destruir la base probatoria de los casos más sensibles para el Gobierno, como el caso Koldo, la trama de hidrocarburos, o incluso las investigaciones que rozan a la familia de altos cargos del Ejecutivo.

descargarLa juez ordena comprobar si Gallardo es aforado antes de enviar la causa del "hermanísimo" al TSJ de Extremadura

 Leire Díez y la “Camorra” de la Guardia Civil
Uno de los elementos más inquietantes del caso es el lenguaje utilizado por Leire Díez, quien no duda en calificar a los investigadores de la UCO como una “camorra”. Esta descalificación directa, impropia de alguien con pasado institucional en empresas públicas como ENUSA y Correos, revela una estrategia que va más allá del simple descrédito: se busca destruir reputaciones para erosionar la legitimidad de las causas judiciales.

Díez, que afirma haber participado en la reunión como periodista, no oculta su familiaridad con los entresijos del poder. Sus interlocuciones con Hamlyn muestran a una persona que se presenta como puente directo hacia la Fiscalía, incluso sugiriendo la posibilidad de que fiscales viajen a Dubái para sellar el acuerdo. Este tipo de afirmaciones revelan una preocupante naturalización de la injerencia política en el sistema judicial.

 El Papel del PSOE: Negación y Contradicciones
Ante la avalancha informativa, el PSOE ha optado por una estrategia dual: negar los hechos y atacar al mensajero. En un comunicado oficial, el partido aseguró que Leire Díez “no habla en nombre del PSOE” y que emprenderá acciones legales contra El Confidencial por la publicación de información que considera difamatoria.

No obstante, la narrativa del partido presenta serias contradicciones. ¿Cómo explicar que una persona sin vínculos orgánicos con el PSOE, pero con un pasado profesional ligado a figuras clave como José Luis Ábalos y Santos Cerdán, tenga acceso directo a empresarios huidos de la Justicia y se atreva a hablar de pactos con fiscales? ¿Desde qué posición institucional o profesional se permiten esas conversaciones si no es desde un vínculo real —aunque no formal— con el poder político?

La justificación de que Díez actuaba como “periodista” resulta, en este contexto, insostenible.

 ¿Colaboración o Coacción?
El contexto de las conversaciones pone en entredicho los límites entre la colaboración judicial y la presión ilegítima. Si bien el artículo 305 del Código Penal permite ciertas reducciones penales a cambio de colaboración, lo que aquí se ofrece es un intercambio de favores con fuerte tufo a chantaje institucional: “Nos das información contra estos mandos y te aseguramos un trato favorable”.

Esta instrumentalización de la Justicia no solo vulnera los principios de imparcialidad y separación de poderes, sino que puede constituir delitos de obstrucción a la Justicia, cohecho, tráfico de influencias y organización criminal. La inclusión de figuras tan sensibles como fiscales y mandos de la Guardia Civil entre los objetivos, agrava aún más la dimensión del escándalo.

 ¿Una Deriva Hacia el Crimen Organizado?
Las estructuras que se perfilan en estas revelaciones no son simples malas prácticas políticas. Los mecanismos descritos —chantaje, manipulación de testigos, sobornos, acuerdos extrajudiciales secretos, uso de intermediarios con vínculos con el partido— responden a una lógica de actuación sistemática y organizada, que excede el marco de la política tradicional para acercarse peligrosamente al modus operandi de una organización criminal.

No se trata aquí de casos individuales de corrupción, sino de un patrón estructurado, donde altos cargos o figuras próximas al PSOE habrían operado de forma coordinada para neutralizar investigaciones, deslegitimar a fuerzas del orden y proteger a miembros del partido. Si la Justicia confirmara estas sospechas, no sería exagerado afirmar que el PSOE —o al menos una parte operativa de su entramado— ha actuado como una red organizada con fines ilícitos, amparándose en su posición de poder institucional.

Se abre así un debate de enorme calado: ¿puede un partido político gobernante operar como una organización criminal sin consecuencias inmediatas para la democracia? ¿Dónde están los límites entre la política de Estado y la delincuencia de Estado?

11-2025-05-26T123752.122La exconsejera de Medio Ambiente de Feijóo, ahora directiva en la empresa que arrasa olivos para megaplantas solares

  El Estado de Derecho, en la Cuerda Floja
El PSOE tiene ahora dos caminos: iniciar una investigación interna contundente y cooperar con la Justicia para esclarecer los hechos, o seguir atrincherado en la negación y en el desprestigio de los medios que han destapado el escándalo. La magnitud de lo revelado hace inviable la salida por la tangente. No se trata de una conspiración mediática, sino de una amenaza real al Estado de Derecho, con voces, nombres y datos concretos.

Lo que se perfila ante nuestros ojos no es solo una red de presunta corrupción puntual, sino la posible consolidación de una estructura de poder que utiliza métodos propios del crimen organizado: sobornos, chantajes, manipulación de procesos judiciales y ataque directo a los órganos de control. Si estas prácticas se confirman judicialmente, no será exagerado hablar de que el PSOE, o al menos sectores de su estructura, han operado como una organización criminal para protegerse del escrutinio legal.

España necesita respuestas. Y sobre todo, necesita instituciones que resistan la tentación del poder de someterlas. Porque cuando los que investigan la corrupción se convierten en objetivo de quienes deben rendir cuentas, lo que está en juego no es un partido político, sino la democracia misma.

¿Conoces algún hecho irregular que quieres que investigue y cuente Impacto España Noticias? Escribe a [email protected]

Comparte en Redes Sociales

Apoya el periodismo independiente y crítico 

 Evite la censura de Internet suscribiéndose directamente a nuestro canal de Telegram, Newsletter

Haz tu Donación

Síguenos en Telegram: https://t.me/impactoespananoticias

Whassapt Impacto España: https://chat.whatsapp.com/DkvQU3OzEzz1Ih524CPUd7

Twitter: https://twitter.com/impactoSumustv

Instagram: https://www.instagram.com/impactoespana?r=nametag

YOUTUBE:https://youtube.com/@impactoespananoticias

Odysee: https://odysee.com/@impactoespa%C3%B1anoticias:a

WhatsApp: 635967726

Te puede interesar
Lo más visto

Suscribete a Impacto España Noticias