A continuación se presentan breves descripciones de artículos publicados por Climate Realism durante las últimas semanas. Cuentan una historia de las medias verdades y mentiras que publican los medios corporativos para manipular al público y hacerlo creer en la narrativa alarmista sobre el clima.

 Para leer el artículo completo, siga los hipervínculos contenidos en los títulos de las secciones.

Se equivoca Earth.com: la producción de cacao no está “bajo una presión climática extrema”, sino que está mejorando

Hace dos semanas, Earth.com publicó un artículo escrito por Andrei Ionescu en el que se afirma que el cambio climático está provocando una caída de la producción de cacao en África occidental y central. Esto es falso. No hay ninguna prueba de que el cambio climático esté poniendo la producción de cacao bajo una presión extrema, excepto quizás en la imaginación de Ionescu, de Earth.com.

Los datos muestran que la producción de cacao ha aumentado durante las últimas décadas de calentamiento moderado, en lugar de disminuir. Parte de la razón de ello es la mejora de las condiciones de cultivo en esas regiones y la fertilización con dióxido de carbono.

La BBC intenta un rescate fallido mientras los científicos descubren, por desgracia, que la corriente del Golfo no se está debilitando

En 2023, la BBC publicó un informe alarmista sobre el clima titulado ‘ Las corrientes oceánicas antárticas se encaminan hacia el colapso – informe ‘ sobre un estudio australiano. El estudio, publicado en la revista Nature, afirmaba que una desaceleración de la corriente del Atlántico Norte podría reducir la capacidad del océano para absorber el dióxido de carbono de la atmósfera.

He aquí el problema. La ciencia climática no parece poder decidir si la corriente, oficialmente denominada Circulación Meridional Atlántica (“CMA”), se está acelerando, desacelerando o no está cambiando en absoluto. De hecho, las afirmaciones varían de un año a otro.

Lo único predecible sobre la AMOC es que, sin importar de qué lado del bache se diga que está, los medios, como la BBC, encontrarán una forma de convertirla en un escenario apocalíptico sin fundamento.

El cambio climático no amenaza la supervivencia de la UE, pero la política climática sí

Un artículo de Politico publicado hace dos semanas, “ El cambio climático amenaza la supervivencia de la UE, advierte un informe de seguridad alemán ”, afirma que “el calentamiento global exacerbará los conflictos, el hambre y la migración en todo el mundo, con riesgos crecientes para Europa”.

La evidencia socava estas afirmaciones. En realidad, el mundo no está sufriendo desestabilización debido al cambio climático, pero las poblaciones europeas tienen muchas más probabilidades de sufrir las consecuencias de la política climática.

Politico informa sobre un informe político “histórico” del Servicio Federal de Inteligencia alemán (“BND”) que intenta evaluar “los peligros que el cambio climático plantea a la seguridad alemana y europea durante los próximos 15 años”.

El informe concluye que “los efectos desestabilizadores del cambio climático impulsarán la migración y los precios de los alimentos, amenazando con causar agitación económica y política”, y “el impacto desigual del aumento de las temperaturas en la UE –con los países del sur más afectados que otros– corre el riesgo de desgarrar el bloque”.

Politico continúa afirmando que a medida que aumenta la temperatura media mundial, “también lo hacen la frecuencia, la gravedad y la intensidad de las lluvias extremas que provocan inundaciones, las olas de calor mortales, las sequías que destruyen las cosechas y las condiciones que permiten que los incendios forestales se propaguen fácilmente”.

Estas afirmaciones son falsas, como lo demuestran los datos disponibles.

Si bien las precipitaciones han aumentado modestamente en las latitudes septentrionales que albergan a los estados miembros de la Unión Europea, las precipitaciones extremas que provocan inundaciones no lo han hecho.

 Las olas de calor  y  las sequías  tampoco están empeorando y, contrariamente a lo que afirman Politico y el informe alemán, la producción agrícola no está disminuyendo en Europa debido a esas condiciones. Los incendios forestales también están disminuyendo  a  nivel mundial.

Curiosamente, Politico y el informe alemán admiten que la respuesta del gobierno al alarmismo climático también puede causar tensión. Politico informa que la fijación de precios del carbono causará tensión que afectará desproporcionadamente a los hogares más pobres.

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Ya ha provocado tensiones y ha contribuido a una creciente amenaza para los suministros alimentarios europeos, lo que ha dado lugar a frecuentes protestas masivas por parte de los agricultores en varios países. Más allá de los impuestos al carbono, la promoción de los vehículos eléctricos es un subsidio para un producto de lujo que la mayoría no puede permitirse.

Las “zonas de emisiones ultra bajas” ( ULEZ ) de Londres son básicamente un impuesto a los pobres que no pueden permitirse comprar nuevos vehículos eléctricos o híbridos de bajas emisiones.

Es vergonzoso que Politico y el gobierno alemán minimicen el daño que las políticas climáticas innecesarias e injustificadas que han apoyado han tenido sobre los europeos. El clima extremo no está empeorando, pero sí lo están las repercusiones de los excesos gubernamentales y los impuestos en nombre del cambio climático.

The Guardian se equivoca: no hay “puntos de inflexión climáticos” identificables
La semana pasada, The Guardian publicó un artículo que analizaba la financiación otorgada a grupos de investigación del Reino Unido en un esfuerzo por rastrear posibles “puntos de inflexión climáticos” para poder hacer pronósticos que alerten sobre catástrofes futuras.

La premisa de que nos estamos acercando a puntos de inflexión climáticos peligrosos y sin precedentes no tiene respaldo histórico ni de los datos actuales. El planeta ha atravesado períodos de cambios masivos muchas veces en el pasado.

No hay evidencia de que exista una temperatura mágica en la que las retroalimentaciones positivas se descontrolen y ninguna de las innumerables condiciones que algunos investigadores han señalado como peligrosas indica una amenaza de “vuelco” hacia algún borde imaginario.

Lo siento, New York Times, el cambio climático no es la causa de los altos precios del café

El sábado, The New York Times publicó un artículo titulado “ Los precios del café están en su nivel más alto en 50 años. Los productores no lo celebran ”. En él se afirma que el cambio climático está dañando la producción de café en los principales países productores, principalmente Honduras, Brasil y Vietnam.

Los datos no corroboran esta afirmación. Los datos sobre la producción de café muestran que ha habido un aumento constante a lo largo del tiempo, a pesar de –y quizás en parte debido a– el aumento del dióxido de carbono atmosférico y el ligero calentamiento de las últimas décadas.

Las afirmaciones falsas sobre una crisis del café inducida por el cambio climático no son nada nuevo;  Climate Realism  ha abordado los intentos de los medios de comunicación de avivar los temores sobre la producción de café y el cambio climático  docenas de veces  en tan solo los últimos dos años.

En cada ocasión, un medio de comunicación promociona una temporada de bajo rendimiento en una parte particular del mundo, mientras ignora las tendencias positivas en el mismo país en temporadas anteriores, y especialmente las tendencias positivas en otras partes del mundo.

Esta alarma miope y estacional deja en claro que muchos medios de comunicación corporativos desconocen (o ignoran) el hecho de que la producción de cultivos siempre ha variado de un año a otro.

El análisis de las tendencias a largo plazo en materia de producción y rendimiento revela la verdadera historia, no la producción o el rendimiento de una sola temporada. En el caso del café, las tendencias reflejan un aumento de la producción y los rendimientos, lo que genera ganancias a largo plazo para los productores.

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El New York Times admitió que los altos costos de los fertilizantes y el transporte estaban contribuyendo a los problemas que enfrentan los productores de café, lo cual es irónico ya que las políticas contra los combustibles fósiles que han impulsado los alarmistas climáticos son una gran parte de la razón de los suministros limitados y los precios más altos.

Las restricciones adicionales al desarrollo y uso de combustibles fósiles, políticas que piden los críticos del cambio climático y que The New York Times respalda , sólo aumentarían los costos de fertilizantes, insecticidas, fungicidas y combustible para el transporte.

Esto haría que fuera aún más difícil para los cultivadores de café ganarse la vida. Esto se aplica incluso a los fertilizantes no químicos, ya que el petróleo y el gas constituyen la mayor parte de la energía asequible necesaria para el transporte y la tecnología de procesamiento.

De la misma manera, The New York Times informa que las regulaciones de Europa “destinadas a limitar la deforestación” han apuntado a los productores de café, probablemente a instancias de los mismos ambientalistas que ahora culpan falsamente al cambio climático por el aumento de los precios del café.

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