
El Senado pisa la Constitución para maquillar su cobardía ante el franquismo
Pedro Sánchez y Francisco Franco empiezan a parecerse más de lo que el propio Sánchez querría admitir. Ambos gobiernan desde la imposición, desde el dogma, desde la negación del adversario. Uno lo hizo con bayonetas; el otro, con decretos, medios afines y censura encubierta