La falsedad de la hambruna en Gaza, una narrativa de los terroristas de Hamas

Desde el inicio de la guerra, Israel ha permitido la entrada de más de 1.800.000 toneladas de ayuda humanitaria a Gaza, incluyendo aproximadamente 1.400.000 toneladas de alimentos. Esto representa una media de unos 650 kilos por habitante

Noticias04 de agosto de 2025Impacto España NoticiasImpacto España Noticias
OIP
Gaza

Desde el inicio de la guerra entre Israel y Hamás, la cobertura internacional del conflicto ha estado marcada por una profunda polarización, una narrativa sesgada en muchos casos y una alarmante falta de contexto. Mientras las redes sociales amplifican imágenes estremecedoras y titulares impactantes, en buena parte del discurso público se ha ocultado una realidad compleja, incómoda, que difícilmente encaja en el esquema simplista del "opresor" frente al "oprimido".

Israel ha sostenido desde el primer momento dos objetivos claros: rescatar a sus ciudadanos secuestrados durante el ataque del 7 de octubre de 2023, y desmantelar la infraestructura militar y operativa de Hamás, considerada una organización terrorista por Estados Unidos, la Unión Europea, Canadá, Australia, Reino Unido, entre otros. Lo que para muchos países sería una respuesta legítima frente a una amenaza directa, ha sido en el caso de Israel objeto de una intensa campaña de condena, demonización y deslegitimación.

Una guerra costosa y silenciada
Desde el inicio del conflicto han muerto centenares de soldados israelíes, muchos de ellos jóvenes que dejaron atrás estudios, familias y futuros para responder al llamado de defensa nacional. La mayoría de estos fallecimientos no han ocupado titulares internacionales ni portadas. Tampoco lo han hecho los más de 50 rehenes israelíes asesinados en cautiverio, cuyos cuerpos presentaban signos evidentes de tortura, inanición y abuso.

La narrativa mediática global ha puesto el foco casi exclusivamente en las consecuencias humanitarias del conflicto en Gaza, con escasa atención a sus causas, a la dinámica del secuestro, y a las víctimas israelíes que siguen siendo invisibilizadas.

Un ejemplo particularmente llamativo fue el silencio casi absoluto que rodeó la liberación —por vía de intercambio— de varios rehenes israelíes, muchos de ellos mujeres y niños, en condiciones físicas y psicológicas estremecedoras. Algunos regresaron tras haber estado enterrados en túneles durante meses, sometidos a tratos degradantes. En contraparte, Israel liberó a decenas de presos palestinos condenados por delitos de sangre, incluyendo asesinatos múltiples. Pese a ello, la narrativa dominante no giró en torno a la disparidad moral de ese intercambio, sino al cuestionamiento del propio intento israelí de rescatar a los rehenes.

¿Hambruna en Gaza? Un análisis de los datos
Uno de los elementos centrales en la narrativa internacional ha sido la acusación de que Israel estaría provocando una hambruna deliberada en Gaza, como parte de una política de castigo colectivo. Pero esta afirmación, repetida en titulares, comunicados y manifestaciones políticas, no resiste un análisis riguroso de los datos disponibles.

Desde el inicio de la guerra, Israel ha permitido la entrada de más de 1.800.000 toneladas de ayuda humanitaria a Gaza, incluyendo aproximadamente 1.400.000 toneladas de alimentos. Esto representa una media de unos 650 kilos por habitante: una cifra que, en términos comparativos, supera ampliamente la ayuda recibida en otros conflictos recientes, como Irak o Afganistán. ¿Existe escasez? Sin duda. ¿Hay penuria y sufrimiento civil? Por supuesto. Pero ¿estamos ante una hambruna inducida por un bloqueo total? Los números sugieren otra realidad.

Gran parte de la ayuda enviada no llega efectivamente a la población civil. Diversos informes de ONG independientes estiman que solo entre el 10% y el 20% de los víveres y suministros que cruzan la frontera llegan a manos de civiles comunes. El resto es interceptado, almacenado, revendido o redistribuido por las redes de Hamás, que utilizan estos recursos como herramienta de control, recompensa y castigo.

11-2025-08-04T132228.556Yolanda Díaz infló su currículum con un máster inexistente

El control de Hamás sobre la ayuda
Diversos reportes y testimonios coinciden en que Hamás ha monopolizado durante años el acceso a la ayuda internacional en Gaza. Existen evidencias de que combatientes y estructuras vinculadas al grupo han confiscado víveres, combustible y material médico para su propio uso o para lucrarse vendiéndolos en el mercado negro a precios exorbitantes. Incluso se han documentado casos de beneficiarios civiles que, tras acudir a recoger ayuda distribuida por organizaciones independientes, fueron interceptados, golpeados o despojados por milicianos.

Algunos vídeos difundidos en las últimas semanas han mostrado a miembros de Hamás —identificables por su uniforme o afiliación— en evidente sobrepeso, mientras las imágenes distribuidas por sus canales de propaganda retratan a niños desnutridos y madres desesperadas. Esta manipulación visual, eficaz en las redes sociales, alimenta un fenómeno descrito por algunos analistas como “Pallywood”: una maquinaria propagandística diseñada para proyectar una imagen de victimización constante, a menudo mediante escenificaciones, imágenes fuera de contexto o testimonios poco verificables.

La responsabilidad de las organizaciones internacionales
Una parte del fracaso humanitario en Gaza también recae en la inacción o la complicidad de algunas agencias internacionales y ONG que, por temor o por presión política, han eludido denunciar con claridad la apropiación sistemática de la ayuda por parte de Hamás.

Algunos organismos han reconocido incidentes aislados de desvío de suministros, pero rara vez se ha exigido responsabilidades ni se ha reformado el sistema de distribución. En algunos casos, incluso se ha documentado la connivencia de trabajadores locales vinculados a la UNRWA o a otras entidades, que permitieron el uso de instalaciones humanitarias para fines militares.

Frente a este panorama, ha surgido una alternativa que ha demostrado que otra forma de ayudar es posible: la Gaza Humanitarian Foundation, una iniciativa respaldada por Estados Unidos, con supervisión israelí directa. En apenas dos meses, esta fundación ha logrado distribuir más de 12.000 toneladas de ayuda de forma segura y directa a la población, minimizando el riesgo de apropiación por parte de grupos armados. Sin embargo, lejos de ser celebrada, ha sido objeto de ataques, amenazas e incluso sabotajes por parte de Hamás, lo cual refuerza la idea de que el grupo islamista no ve la ayuda humanitaria como una solución sino como una herramienta de control.

Reconocimiento del “Estado palestino”: ¿premio o incentivo perverso?
En paralelo al conflicto, se ha reactivado la agenda política de reconocimiento unilateral del Estado palestino por parte de varios gobiernos europeos. España, Noruega e Irlanda han sido algunos de los que han dado este paso simbólico en medio de la guerra, en un momento en el que Hamás aún retiene rehenes y mantiene una capacidad militar significativa.

francis-puig-635x358La Generalitat Valenciana comparte el criterio de la Fiscalía: pide 4 años al hermano de Ximo Puig

Esta decisión, lejos de contribuir a la paz, ha sido interpretada por muchos analistas como un mensaje profundamente contraproducente: premiar a una parte involucrada en crímenes atroces con el reconocimiento internacional, cuando ni siquiera ha renunciado a su ideología ni entregado a los rehenes. Lejos de fomentar una solución negociada, podría estar incentivando a otros grupos extremistas a replicar una estrategia de violencia para obtener concesiones políticas.

La verdad, primera víctima de la guerra
El conflicto entre Israel y Hamás es una tragedia en múltiples niveles. Lo es para las familias israelíes que aún esperan el regreso de sus seres queridos. Lo es para los civiles gazatíes que viven bajo la opresión de una organización terrorista que los usa como escudo y rehén. Lo es para la verdad, aplastada entre la propaganda, la manipulación mediática y la indiferencia interesada de muchos actores internacionales.

La solución al conflicto no pasa por alimentar narrativas simplistas, ni por premiar a quienes utilizan el sufrimiento civil como arma. Pasa por enfrentar con honestidad las causas reales de la violencia, exigir responsabilidades a todos los actores implicados —incluidas las organizaciones internacionales que han fallado— y apoyar fórmulas que permitan asistir a los civiles sin empoderar al terrorismo.

Mientras tanto, Israel continuará haciendo lo que cualquier país haría en su lugar: defenderse.

¿Conoces algún hecho irregular que quieres que investigue y cuente Impacto España Noticias? Escribe a [email protected]

Comparte en Redes Sociales

Apoya el periodismo independiente y crítico 

 Evite la censura de Internet suscribiéndose directamente a nuestro canal de Telegram, Newsletter

Haz tu Donación

Síguenos en Telegram: https://t.me/impactoespananoticias

Whassapt Impacto España: https://chat.whatsapp.com/DkvQU3OzEzz1Ih524CPUd7

Twitter: https://twitter.com/impactoSumustv

Instagram: https://www.instagram.com/impactoespana?r=nametag

YOUTUBE:https://youtube.com/@impactoespananoticias

Odysee: https://odysee.com/@impactoespa%C3%B1anoticias:a

WhatsApp: 635967726

Te puede interesar
musulman-1612x577-1

OBJETIVAMENTE, NINGUN PAIS MUSULMAN DEMOCRATA

Impacto España Noticias
Noticias09 de agosto de 2025

En ningún país musulmán y de etnia árabes funciona la democracia, es decir sin libertades  y respeto a los derechos humanos, es más la mitad de ellos financian directa o indirectamente el trafico de drogas, el terrorismo, la trata y la venta de armas, y un machismo patológico donde las mujeres son ciudadanas esclavas

Lo más visto
descargar (1)

Denunciando corrupción para promocionarse

Javier Marzal
Opinion 10 de agosto de 2025

La mayoría de la población cree saber qué es la corrupción, incluso creen ser expertos, pero casi nadie sabe realmente lo que es la corrupción, porque no leen la documentación de las organizaciones internacionales

Suscribete a Impacto España Noticias