La gestión de Pedro Sánchez tras los recientes incidentes espontáneos del pueblo en Paiporta ha generado una tormenta de críticas dentro del PSOE. Según el diario The Objective, varios cargos del partido no ocultan su frustración con Moncloa, especialmente por la “torpeza” en la reacción de Sánchez y su equipo.

Cada día que pasa, el liderazgo del presidente se ve más cuestionado, y, para muchos en su entorno, es ya un “cadáver político andante”, que extiende su agonía al no tomar decisiones firmes. Para estos críticos, con “un mínimo de dignidad”, Sánchez debería haber dejado su cargo hace tiempo.

Un fallo de seguridad y el rol de Diego Rubio
El detonante de la actual ola de críticas fue la gestión de la visita de los Reyes a Valencia, tras las inundaciones causadas por la DANA. Desde Moncloa intentaron disuadir a la Casa del Rey de realizar esta visita. Fuentes socialistas apuntan al jefe de gabinete de Sánchez, Diego Rubio, como responsable de no haber evitado la visita.

Según miembros del PSOE, esta situación ha dejado en evidencia que Moncloa ha perdido el control y que Zarzuela ya no considera a Sánchez como un interlocutor válido. La imagen de Sánchez abandonando a los Reyes tras el ataque con piedras y palos es, para muchos de sus compañeros, muestra de que el presidente está “noqueado”. “Ese no es el Pedro a quien yo conocí. Él nunca se habría ido de esa manera”, comenta uno de sus antiguos defensores.

Las críticas internas van más allá del fallo en Valencia. Fuentes internas aseguran que el presidente estaba visiblemente “destrozado y en shock” tras los incidentes. «Estamos ya ante un cambio de ciclo dentro del partido» señalan.

Un Sánchez “incapaz”

Una crítica central interna ha sido su incapacidad para actuar con rapidez ante la crisis. El presidente se limitó a anunciar ayudas el martes, cuando, según sus compañeros, debería haber convocado un Consejo de Ministros extraordinario el sábado para tomar decisiones inmediatas. “No tenemos la iniciativa”, se quejan desde el partido, señalando que Sánchez parece más reaccionar que liderar.

“Teníamos que haber declarado el estado de alarma”
La frustración entre las filas socialistas es evidente. “Teníamos que haber declarado el estado de alarma, por supuesto, asumir el control, tras la incompetencia de Mazón”, señala un dirigente del PSOE, en referencia al presidente de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón.

Varios alcaldes socialistas han pedido “tomar el mando” y dejar que el Ejército intervenga, algo que sólo sería posible con el estado de alarma, una medida a la que Sánchez se niega, lo cual muchos interpretan como una muestra de debilidad.

Ferraz y Moncloa: una crisis de liderazgo
La falta de comunicación y liderazgo en Moncloa ha generado inquietud en Ferraz. La falta de una respuesta coherente y organizada tras el desastre en Valencia ha llevado a varios miembros del PSOE a preguntarse dónde están los líderes del partido, como Santos Cerdán, y por qué no se han abierto las agrupaciones socialistas para canalizar la ayuda y solidaridad.

Para estos críticos, la suspensión de las declaraciones políticas del PSOE durante los tres días de luto oficial fue un error. “¿Qué es eso de suspender la comunicación en un momento de crisis? Lo que hay que hacer en esos momentos es informar y comunicar, no desaparecer”, declaran.

La falta de iniciativa en momentos críticos
La crisis interna en el PSOE no se limita a una simple falta de comunicación. La situación actual en Valencia es reflejo de una problemática mayor que afecta al núcleo del partido y a la toma de decisiones. Sánchez se ha rodeado de asesores que, según miembros del partido, “no se atreven a decirle las cosas” y han contribuido a un aislamiento que dificulta la toma de decisiones acertadas.

Con la salida de figuras clave como Óscar López y Antonio Hernando, la situación no ha hecho más que empeorar.

La crisis en Moncloa ha llegado a un punto en que, en cada momento crítico, el presidente y su equipo parecen actuar tarde y sin claridad.

Las críticas al presidente se extienden a todo su equipo, y la falta de liderazgo en el PSOE es un reflejo de esta situación. El sentimiento generalizado dentro del partido es que Pedro Sánchez no solo está “solo, mal asesorado” y que su tiempo como líder está llegando a su fin.

¿El principio del fin?
Con cada día que pasa, el liderazgo de Sánchez se tambalea. Las críticas internas en el PSOE evidencian una falta de apoyo dentro de su propio partido. Mientras, la presión sobre el presidente sigue aumentando y muchos de sus compañeros ya lo ven como un “cadáver andante” en la política española.

Su permanencia en el poder es vista por sus críticos como una “agonía” prolongada, y para quienes han perdido la fe en su capacidad de liderazgo, el paso más digno sería dejar el cargo. Ya, ni en su partido le quieren. Lo peor es que va dejando un reguero de cadáveres por donde va pasando.

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