La soberanía nacional empieza a doblegar al globalismo

El globalismo empieza a remitir tanto por sus errores como por ser perjudicial para las grandes naciones y para la población mundial.

El globalismo consiste en crear problemas mundiales que deben gestionarse de una forma centralizada.

Naciones Unidas es una organización globalista por definición, pero una cosa son los derechos humanos o negociar conflictos para que no haya guerras y otra cosa consiste en inventarse o causar problemas mundiales con la pretensión de liderar su resolución, como lleva haciendo en los últimos 60 años, especialmente desde que creó el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

En el año 2000 se aprobaron los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) y su siguiente plan quindenal fue la Agenda 2030 con sus Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que está suponiendo un fracaso, mayor aún, que los ODM, según la propia ONU.

Los dos recientes informes estadounidenses hacen que la ONU pueda ser considerada una fábrica de desinformación y de empobrecimiento de Occidente.

El primero de los informes, del Congreso, fue publicado en noviembre de 2024 y demuestra que no hubo ningún fundamento científico en las decisiones contra la pandemia de 2020 y que las “vacunas COVID-19” no protegen y han matado y perjudicado gravemente a millones de estadounidenses.

El segundo ha sido publicado en agosto de 2025 y afirma que el calentamiento global no ha sido provocado por la actividad humana (antropogénesis) ni existe una emergencia climática ni la acción humana puede revertir el calentamiento global.

Mucho antes, China que es la primera potencia mundial por PIB por paridad de compra (ppp) y potencia comercial, lleva trabajando en un nuevo orden mundial que respete la soberanía de las naciones y, por tanto, acabe con el globalismo de la ONU.

El 1 de septiembre de 2025, en la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS), el Presidente chino presentó la Iniciativa para la Gobernanza Mundial (IGG) que tiene como una de sus cinco áreas principales la adhesión a la igualdad soberana que implica la independencia de cada nación y el respeto hacia su soberanía.

En la cumbre el Presidente ruso afirmó que que los modelos euroatlánticos del mundo estaban quedando obsoletos y están siendo reemplazados por un sistema verdaderamente justo.

En septiembre de 2025, en la Cumbre de la Asamblea General de Naciones Unidas, formada por los representantes de los gobiernos de los Estados miembros, el Presidente de los Estado Unidos dijo lo siguiente: “The future does not belong to Globalism…, the future belongs to Patriots…, the future belongs to Sovereign and independent Nations…” (el futuro no es del Globalismo…, el futuro es de los patriotas, el futuro es de naciones soberanas e independientes).

De esta forma, Estados Unidos se alinea con los partidos patriotas europeos, y con los principios de los BRICS y de la OCS, liderados por China y Rusia. Incluso con el multilateralismo que promueve la ONU para unas cosas, mientras promueve lo contrario cuando le interesa, como hace con los derechos humanos.

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Esta oposición al globalismo también debe afectar a la Unión Europea que se ha alineado y financia los excesos de la ONU.

Cabe añadir que en la Cumbre, Naciones Unidas se lamentara porque no se ha contado con ella para negociar el fin de la guerra de Ucrania, volviendo a ofrecer su experiencia en resolución de conflictos. Algunos países respaldaron la intervención de la ONU, pero incluso los medios institucionalizados están diciendo que Naciones Unidas está perdiendo su legitimidad.

Afortunadamente, las grandes potencias mundiales se están enfrentando y dejando en evidencia a los planes globalistas de Naciones Unidas, de la Unión Europa y de los partidos políticos del bipartidismo (socialistas y populares) de los Estados Miembros y de la propia Unión Europea.

Debe tenerse en cuenta que la soberanía de las naciones es la soberanía de la población, mientras el globalismo elimina ambas soberanías.

Cabe preguntarse si estos recientes y reveladores hechos impulsarán el cambio político en la Unión Europea contra la decadencia, que pasa porque el grupo europeo popular (PP en España) y el grupo europeo socialista (PSOE en España) dejen de gobernar en la UE y en sus Estados miembros, acabando con el totalitario y decadente globalismo.

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