Agenda 2030: España pierde en sólo diez años una superficie del tamaño de Cantabria
Los agricultores y ganaderos llevan tiempo advirtiéndolo: “Estamos sacrificando el campo en nombre de la transición energética, y el precio lo pagará el consumidor”. Lamentablemente, todo apunta a que tienen razón
España se está quedando sin campo. En apenas una década, nuestro país ha perdido una extensión cultivable equivalente a toda la comunidad autónoma de Cantabria. Lo que hace apenas unos años era tierra fértil dedicada a alimentar a millones de personas, hoy se transforma en un mar de placas solares o queda inutilizado por exigencias burocráticas impuestas desde Bruselas y secundadas por el Gobierno español de Pedro Sanchez.
Un campo arrinconado por la normativa
La política agraria común y las directrices de la llamada Agenda Verde han impuesto restricciones que, lejos de proteger el medio ambiente, estrangulan al agricultor y al ganadero. Las limitaciones al uso de fertilizantes y fitosanitarios, los barbechos obligatorios y la maraña de normativas dejan a muchos productores sin margen de maniobra.
Mientras tanto, el Ejecutivo se convierte en alumno ejemplar de Bruselas, aplicando con entusiasmo medidas que dejan al campo español en clara desventaja frente a competidores extracomunitarios. Se obliga al agricultor nacional a producir menos, con más trabas y más costes, mientras se abren las puertas a importaciones baratas de países que no cumplen ni de lejos los mismos estándares medioambientales o laborales.
La nueva fiebre del oro: la tierra fértil
A estas restricciones se suma un fenómeno cada vez más agresivo: la expansión de las energías renovables, en especial los megaproyectos fotovoltaicos. España se ha convertido en un auténtico polígono solar. Lo que antes eran viñedos, olivares o campos de cereal ahora está ocupado por interminables hileras de paneles.
Y lo más grave: muchos de esos terrenos no han cambiado de uso por decisión voluntaria de sus dueños, sino por expropiaciones forzosas. Agricultores y ganaderos de zonas rurales denuncian que están siendo despojados de sus tierras en favor de macroparques solares promovidos por fondos de inversión internacionales con el beneplácito del Gobierno. En nombre del “interés general” se arrebata la tierra a quienes la han trabajado durante generaciones, para entregársela a proyectos especulativos de dudoso beneficio para la población local.
¿Energía verde o negocio especulativo?
El discurso oficial habla de transición ecológica, de independencia energética y de lucha contra el cambio climático. Pero sobre el terreno la realidad es muy distinta: las comunidades rurales sufren despoblación, los jóvenes abandonan el campo y los pueblos ven cómo se sustituyen sus cultivos por parques solares que apenas generan empleo estable.
La paradoja es evidente: se sacrifica la producción de alimentos para garantizar un suministro eléctrico “verde”, mientras España se hace cada vez más dependiente del exterior en productos básicos. ¿De qué sirve presumir de sostenibilidad energética si se pierde soberanía alimentaria?
El consumidor, el gran perdedor
La factura de este modelo la paga el ciudadano. Menos tierras cultivables significa menos producción nacional, lo que se traduce en mayor dependencia de importaciones y en un aumento constante de los precios en el supermercado. Lo estamos viendo ya con frutas, verduras, cereales o carne.
Mientras tanto, las grandes compañías eléctricas y los fondos de inversión celebran beneficios récord gracias a las subvenciones y a la permisividad del Ejecutivo, que prioriza las estadísticas “verdes” en Bruselas antes que la seguridad alimentaria de su propia población.
El futuro del campo en juego
Si nada cambia, dentro de veinte años buena parte del paisaje agrícola español habrá desaparecido, sustituido por un mar de paneles. El campo, que ha sido durante siglos la base económica y cultural de España, quedará reducido a un decorado turístico y a un recuerdo en los libros de historia.
Los agricultores y ganaderos llevan tiempo advirtiéndolo: “Estamos sacrificando el campo en nombre de la transición energética, y el precio lo pagará el consumidor”. Lamentablemente, todo apunta a que tienen razón.
Una política contra su propio país
El Gobierno presume de liderazgo climático mientras desmantela el futuro agrario de la nación. En lugar de apostar por soluciones equilibradas —como la agrovoltaica, que permitiría combinar producción agrícola y energía solar—, opta por el camino más rápido y menos conflictivo con Bruselas: entregar la tierra al mejor postor y exprimir al agricultor con más burocracia.
No se trata de elegir entre energía limpia o agricultura: se trata de decidir si queremos un país capaz de alimentarse a sí mismo o un territorio convertido en huerto solar de Europa.
En definitiva, España está perdiendo soberanía alimentaria, capacidad productiva y riqueza rural. Y lo está haciendo con la complicidad activa de un Gobierno que prefiere complacer a Bruselas y a las grandes compañías energéticas antes que defender el derecho de los españoles a mantener un campo vivo, fértil y sostenible.
El campo se apaga. Y con él, la España que produce alimentos para su gente.
¿Conoces algún hecho irregular que quieres que investigue y cuente Impacto España Noticias? Escribe a denuncias@impactoespananoticias.es
Comparte en Redes Sociales
Apoya el periodismo independiente y crítico
Evite la censura de Internet suscribiéndose directamente a nuestro canal de Telegram, Newsletter
Haz tu Donación
Síguenos en Telegram: https://t.me/impactoespananoticias
Whassapt Impacto España: https://chat.whatsapp.com/DkvQU3OzEzz1Ih524CPUd7
Twitter: https://twitter.com/impactoSumustv
Instagram: https://www.instagram.com/impactoespana?r=nametag
YOUTUBE:https://youtube.com/@impactoespananoticias
Odysee: https://odysee.com/@impactoespa%C3%B1anoticias:a
WhatsApp: 635967726
Te puede interesar
El PSOE rechaza que la UE reconozca el Cartel de los Soles de Maduro como organizaciones terroristas
PP, Alma Ezcurra, defendió durante su intervención que "lo que Pablo Escobar un día soñó, Maduro lo ha conseguido", calificando al presidente venezolano de "narco con poder de Estado". "Utiliza el terror para someter a su pueblo con la connivencia de José Luis Rodríguez Zapatero"
Las denuncias falsas existen
Las denuncias falsas sí existen… y son muchas más que el 0,0084% que dice la ministra Redondo. ANAVID señala: «No es lo mismo que una denuncia sea falsa a que se condene por delito de denuncia falsa»
Víctor de Aldama desvela que José Luis Rodríguez Zapatero está vinculado a la «financiación ilegal» del PSOE a través del régimen chavista
Según su testimonio, esa supuesta operativa habría canalizado dinero procedente de la petrolera estatal venezolana PDVSA para apuntalar económicamente al partido socialista en España
Sánchez y el fantasma de Franco: gobernar a golpe de decreto
La Constitución permite al Ejecutivo aprobar decretos-ley únicamente en situaciones límite, cuando esperar al trámite parlamentario pondría en riesgo al país
Iglesias y Montero renuncian a la escuela pública para sus hijos: incoherencia en estado puro
Hoy, ellos mismos pasan a engrosar la lista de políticos de izquierdas que, tras años de proclamas, optan por los privilegios que antes criticaban
Trump prepara represalias contra España por los vínculos de Sánchez con Maduro y abre la puerta a sentar a Zapatero en el banquillo
Washington ha decidido monitorizar las actividades de lobby del expresidente José Luis Rodríguez Zapatero en Caracas, un movimiento que, según fuentes diplomáticas, busca esclarecer hasta qué punto el exjefe del Ejecutivo español ha contribuido a legitimar a Maduro