
"No hay que ignorar que muy a menudo las motivaciones de los gobiernos de países desarrollados a la hora de asignar sus dádivas obedecen más a motivos históricos, culturales o políticos que a criterios que respondan a verdaderas necesidades. Detrás de un exhibido altruismo se ocultan propósitos egoístas de búsqueda de influencia y de posiciones estratégicas internacionales ventajosas"