
El fanatismo climático provocó el apagón que sufrió la península el pasado 28 de abril y se llevó por delante la vida de hasta diez personas que en aquel momento necesitaban de suministro eléctrico para sobrevivir
El fanatismo climático provocó el apagón que sufrió la península el pasado 28 de abril y se llevó por delante la vida de hasta diez personas que en aquel momento necesitaban de suministro eléctrico para sobrevivir
En la madrugada del jueves, una incidencia técnica ha dejado fuera de servicio durante casi cuatro horas los dos centros neurálgicos de la operación eléctrica nacional: el Centro de Control Eléctrico (CECOEL) y el Centro de Control de Red (CECORE), ambos gestionados por Red Eléctrica
El Servicio de Respuesta Activa de la Demanda (SRAD), diseñado para ajustar el consumo eléctrico en momentos críticos, fue suprimido en los tramos de sol por decisión del operador del sistema, bajo el argumento de que era «impensable» que se produjera un colapso
Decir que “hemos aprendido” cuando aún no se conocen los motivos del fallo es una forma de infantilizar al ciudadano y desviar responsabilidades
Seis muertos —por ahora—. Decenas de miles de familias vulnerables sin recursos ni explicaciones. Y en el centro de la tormenta, una empresa pública dirigida por una ex ministra socialista que no piensa dimitir
A Corredor le acompañan en el consejo al menos cinco perfiles más con profundos vínculos con el PSOE: Ricardo García Herrera, Esther María Rituerto, Marcos Vaquer, Elisenda Malaret y José Juan Ruiz. Desde ex cargos en ministerios socialistas hasta ex diputados del PSC
«No existe riesgo de apagón. Red Eléctrica garantiza el suministro». Este es el mensaje que lanzó Red Eléctrica, presidida por la exministra socialista Beatriz Corredor, el pasado 9 de abril
El partido de Pedro Sánchez se personó en la causa antes de que fuera pública y recibió 18 tomos de documentación antes que otras partes
Partidos como PSOE y Podemos y sus satélites están promoviendo una «inclusión» que busca crear un nuevo electorado fiel, sumiso y culturalmente incompatible con las raíces cristianas y occidentales de nuestro país
Desde el incidente del islote de Perejil en 2002 —cuando soldados marroquíes izaron su bandera y fueron posteriormente desalojados por una operación relámpago del Ejército español—, el Gobierno de España ha mantenido una presencia simbólica reforzada
Marruecos prepara una acción para avanzar en su objetivo de ocupar territorios españoles
«En la cama era fantástico», confiesa sin tapujos la exmujer de Echenique